El jueves pasado conocí a Toni Cifuentes en persona. Dos horas que se nos pasaron volando. Él ha escrito sobre ello y me encanta lo que dice, así que lo comparto. La pena es que nos faltó la foto… Aish…
Hoy me apetece escribir sobre un encuentro que tuve hace unos días con un bloguero que he seguido desde el primer día que decidí abrir este blog.
Quedamos en un centro comercial de Badalona y nos comimos una hamburguesa (él) y un perrito (yo) con una cerveza (los dos, cada uno la suya) mientras charlábamos de blogs, novelas, el proceso de escritura y la aventura de la autopublicación. Por supuesto, el tema de la situación económica y los políticos tuvo que salir en algún momento, probablemente aderezado con algún improperio. Fue una conversación animada y sincera y, por momentos, sentía que conocía a Benjamín desde hacía mucho tiempo. En realidad, era así; he estado leyendo sus entradas con mucho interés desde que recabé de nuevo en el mundo bloguero y es tal y como se muestra en sus entradas: una persona simpática, amigable y abierta. Buena gente, en definitiva. Si habéis leído su novela, creo que el carácter de Pau es muy parecido al del propio Benjamín. Pero sin sus desventuras amorosas y sus encuentros raros con el padre, por supuesto.
Las dos horas que estuve con él se pasaron muy rápido y nos prometimos que tendríamos que quedar la próxima vez que subiera (por aquello de que vivo en el sur) a Barcelona. Sin duda, lo haré. Y sería ideal si en nuestras espaldas tuviéramos una mochila cargada de víveres, en nuestros pies unas buenas botas y delante un serpenteante sendero. Añadiría al reencuentro una afición que tenemos en común, aunque no surgiera a relucir en nuestra charla: nuestro amor y respeto por la naturaleza.