El pasado mes de abril Carmen Pacheco publicó su primera novela para adultos con la editorial Planeta. Y hace unos días tuve la oportunidad de asistir a un encuentro con ella donde pudimos charlar sobre el libro y mil cosas más como suele suceder en este tipo de encuentros.
Sinopsis
Blanca Cruz, una escritora de novelas vampírico-nórdicas, se encuentra estancada a la hora de empezar la cuarta entrega de una saga que le ha proporcionado gran éxito comercial, una fría acogida por parte de la crítica, pero sobre todo una profunda crisis personal. ¿Cuándo y cómo ha perdido la pasión y motivación que tenía para escribir? Por si no fuera suficiente, lleva unas semanas sospechando que su novio, Carlos, le está engañando con una amiga.El descubrimiento de unas cartas inéditas de Patricia King, una escritora de novelas de thriller desaparecida misteriosamente en los años treinta a bordo de un transatlántico, supondrá el inicio de una aventura que la llevará hasta Guatemala y la empujará a enfrentar sus miedos y a reconectar consigo misma.Esta escritora, publicista y bloguera ya tenía un bagaje literario anterior en el género infantil y juvenil, género que nos comentó es tan difícil o incluso más de escribir que el de adultos. En esta primera incursión en la literatura para adultos quiso aunar entretenimiento y humor con temas más importantes con los que el lector pudiera identificarse y por supuesto sin descuidar nunca la calidad de su prosa.
La portada de “Todo lo posible” como podéis ver es realmente bonita y llamativa y lleva la firma de la hermana de la autora, Laura Pacheco, dibujante e ilustradora., algo que a Carmen le hizo especial ilusión. Sobre un fondo negro son muy variados los objetos que en ella aparecen y cuyo significado y relación con la trama conocerá el lector según vaya avanzando en la historia.
“Todo lo posible” se me antoja, por lo que nos contó su autora, como una de esas novelas deseables en cualquier momento y perfectas para la época estival. A la vuelta de mis vacaciones os contaré mis impresiones porque como la propia Carmen escribió en su dedicatoria del libro, qué mejor lugar para leer esta novela que cualquier playa del Cabo de Gata y a ello me dispongo.