Hace unas semanas tuvimos el placer de asistir a un encuentro con Jorge Zepeda que se realizaba en Casa de América. Quienes le habéis oído alguna vez, tanto en su faceta de periodista o en la de autor, sabéis que siempre es una delicia escuchar a una persona que tiene tanto bagaje en lo suyo, que sabe de lo que habla y sobre todo que ha vivido tanto y que ha sido tan valiente de contarlo en una sociedad como México en la que contar algo o ir contra alguien te puede acarrear la muerte, a ti o a cualquiera de tus seres queridos.
Para quienes no lo sepan, Jorge Zepeda Patterson es periodista, escritor, analista político, economista y sociólogo mexicano. Fundó y dirigió el periódico Siglo XXI de Guadalajara (México) desde 1991 hasta 1997, año en el que creó Público. En 1999 deja éste último para asumir la subdirección de El Universal en la Ciudad de México. Posteriormente fue su director de 2008 a 2010.En 2013 publica la primera novela de la saga de los azules: "Los corruptores" que continuó en 2014 con "Milena o el fémur más bello del mundo" con la que se hizo con el Premio Planeta de ese año.
En este encuentro hablamos sobre "Los usurpadores", la tercera novela protagonizada por los azules y recientemente publicada por Destino.
La conversación vino de la mano de Carlos Alsina, que a pesar de haberlo entrevistado esa misma mañana en Más de uno (Onda Cero), quiso hacerlo de nuevo por la tarde, y en nuestra presencia, para hablar de la novela y de otros muchos temas de actualidad.
En lo primero que se centraron fue el origen de la novela y es que el mismo partió de una broma que el propio autor hizo hace años en la presentación del libro de un amigo suyo. En ese acto, Jorge Zepeda confabulado con el autor en cuestión, contó que en realidad la novela que se estaba presentando no era la primera sino la segunda ya que anteriormente se había publicado otra que no había tenido demasiado éxito. Ante tal comentario muchos de los asistentes de aquel encuentro se animaron a decir que era verdad, que ellos la había leído y que además la recomendaban. Nada más lejos de la realidad, tal novela no existía y era un mero juego entre los dos autores al que cayeron todos los asistentes. Sin embargo, para seguir la broma, al cabo de dos semanas el autor le mandó a Jorge el primer capítulo de esa supuesta primera novela, Jorge contestó con el segundo y así siguieron con el juego hasta intercambiarse 7 capítulos. Este juego se quedó ahí hasta hoy, 25 años después, en el que ha recuperado ese juego y sí ha escrito esa novela que se inició hace años.
En esta novela, que podríamos calificar de thriller político, el lector va a escuchar a través del tenista lo que dice el presidente sin estar politizado. Él no sabe nada de política, no está contaminado por lo que le llega al lector es una visión como la que podríamos tener cualquiera de nosotros.
A raíz de esto y de la política de un país como México, Alsina quiso saber si en México había tipos tan carentes de escrúpulos como los que aparecen en "Los usurpadores". Jorge respondió que claro que sí y no solo en su país sino en todos.
En cuanto a los personajes nos contó que es una novela de intriga, una novela de detectives pero con el entramado político tan complejo que hay se encontró con el problema de que no podía crear un solo personaje que resolviera todo un caso tan complicado, sobre todo un caso en el que hay implicada tanta gente de un entorno político, un entorno en el que la gente que se encuentra en él está muy protegida. Es por ello que entran en juego los azules: mediante la personalidad de cada uno de los cuatro personajes que los conforman se consigue un personaje potente capaz de luchar contra un caso como en el que se nos presenta.
Además, nos aseguró que en México no sería creíble que existiera una sola persona incorruptible que se meta en una investigación política. Ni siquiera un detective privado sería creíble para sus lectores mexicanos que saben que después de unas cuantas preguntas incómodas sobre ciertas personas el investigador en cuestión acabaría en una cuneta.
Sin embargo sí que es creíble que haya un grupo de personas, cada una con una personalidad y con unos valores diferentes que se complementen lo suficiente para luchar contra algo, cada uno por sus propios motivos, valores e intereses pero con un objetivo común. Por eso la elección de estos cuatro personajes muy diferentes entre sí e influyentes en su campo, cuatro personas muy competentes dispuestas a arriesgarlo todo y jugarse la vida por el bien común.
Estas cuatro personalidades las conforman: Tomás, periodista que aún confía en que con el poder del pueblo se puede vencer, Amelia, la activista social; Jaime, responsable en una agencia de seguridad, de personalidad más truculenta y que intenta convencer al resto de que el fin justifica los medios y convencerlos de que al mal no se le puede vencer con buenas palabras; y Mario, el tierno, la argamasa que une a los otros tres, el amigo fiel y escudero de cada uno de ellos.
Sobre su manera de escribir nos contó que en la primera novela el Jorge periodista estorbaba mucho al Jorge autor ya que el periodista está acostumbrado a trabajar con mucha información, todo lo quiere explicar, sacar conclusiones mientras que ésto en una novela puede resultar abrumador y aburrido. El autor debe hacer un ejercicio para sacar lo verdaderamente importante de toda esa documentación e introducirla en la historia de manera natural. En las siguientes novelas no le ha sucedido tanto.
También nos contó que trabaja siempre con un guión general, una idea vaga y después los personajes son los que toman vida y le van guiado a través de las páginas.
Una vez finalizada la novela, deja el primer borrador durante unas semanas para que al retomarlo para corregir mande más el lector que durante años se ha ido forjando que el escritor y así ser capaz de descubrir esos errores e incongruencias que si estás dentro de la novela no eres capaz de ver.
Posteriormente pasamos a hablar de otros temas de actualidad como la violación de la privacidad de las comunicaciones personales y la manipulación del debate público.
En la novela las redes sociales aparecen como susceptibles de ser manipuladas en torno a un plan establecido y es que ahora mismo, a cualquier persona pública, preocupa más un hashtag o un treding topic que lo que diga un periódico o el presidente de la oposición. Esto es debido a la fuerza que han cobrado las redes sociales para la opinión pública por su inmediatez, porque todo el mundo puede opinar y porque puedes acceder a miles de opiniones con un solo click. Sin embargo esta nueva manera de comunicación es un arma de doble filo: la parte buena es que lo que antes la información estaba monopolizada por determinadas personas o fuentes mientras que ahora cualquiera puede informar, hablar, contar, sin embargo esto lleva un problema implícito: la mentira, ya que a base de repetición, se llega a dar por verdadera, y en ocasiones un mensaje se convierte en viral sin tener ningún tipo de base o fundamento, nadie controla que lo que se diga tenga veracidad y muchas veces nosotros mismos tampoco nos preocupamos en constatar si lo que estamos retuiteando o comentando es verídico o no, sino que nos dejamos llevar por el impacto de la noticia. Además, hoy en día, cualquier noticia se resume con meme que hace que al final la gente se quede con eso en vez de con el contenido de lo que se está contando o ridiculizando en la mayoría de los casos. Muchas veces el contenido de esa noticia es sensato y verídico y sin embargo queda ridiculizado y reducido a una simple broma. En realidad están desviando nuestra atención de la verdadera noticia.
También, con la fuerza de las redes sociales perdemos la objetividad: ante una noticia que nos gusta solo veinte de cada cien reaccionarán mientras que ante una noticia con la que no estamos de acuerdo reaccionarán cincuenta de esos cien con lo que al final nos quedaremos con los comentarios negativos en la mayoría de los casos sin ni siquiera haber leído la información.
Desde aquí agradecer a Destino la invitación a tan interesante charla y esperamos ponernos pronto con los azules pronto y empezar a descubrirlos tanto a ellos como a Jorge como escritor.