Revista Cultura y Ocio

Encuentro con Patricia Escalona sobre Juegos Reunidos Feministas.

Publicado el 27 marzo 2019 por Fesaro
No me considero machista ni por asomo pero uno se da cuenta que el costumbrismo y las injusticias heredadas durante generaciones dejan ciertos patrones incrustados en el ADN en forma de hábitos que son merecedores de una profunda reflexión por mi parte.
Encuentro con Patricia Escalona sobre Juegos Reunidos Feministas.

Lo bueno es que si el propósito de enmienda es sincero uno ya tiene medio trabajo hecho y tener conversaciones como la mantenida con Patricia Escalona hacen que el sentimiento de reconversión y reflexión en pos de un mundo algo más justo sea sin duda más firme.


Hay lecturas que deberían de ser obligatorias en las escuelas, en los institutos y facultades. Puede que en las mentes cerradas y más radicales sin ánimo de cambio y con bajo niveles morales de compromiso con la sociedad no surta ningún efecto pero se podría intentar.

Este libro puede que no sea el caso por la forma en que está concebido pero da para una lectura individual donde aflore la reflexión más íntima o una tarde-noche de risas y conversación entre amigos disfrutando de los Juegos Reunidos Feministas.


Libros en el petate: Juegos Reunidos Feministas es una grata sorpresa porque tras disfrutar de su lectura, uno descubre un diseño muy original e intuye el gran trabajo que hay detrás de esta obra. Tengo curiosidad de por qué lo abordáis desde el punto de vista de los juegos.
Patricia Escalona: Es una manera graciosa y jocosa de llegar a un tema que es complicado y que resulta tediosos en algunas ocasiones. Muchas estamos ya cansadas de ser las feministas designadas a la que preguntan o señalan preguntando “oye tú que eres feminista qué opinas de esto...” cuando todo el mundo tendría que tener su parte de feminismo y tener opinión propia sobre estos temas. Esto es lo que intenta hacer entender el libro a través de juegos y de una manera entretenida para que sea una forma más divertida de hacerlo sin que sea un texto corrido que puede ser un poco tedioso para algunas personas. Aprender jugando, un invento que no es una idea original mía pero que funciona.

L.P: Últimamente el ideal feminista está muy presente en la literatura.  Muy mal o muy bien, según como se mire, debe estar la cosa para que el tema este en el candelero.
P.E: El feminismo tuvo su segunda ola en los Estados Unidos allá por los años 60-70 y era una teoría feminista muy beligerante porque no podía ser de otra manera y luego cayó en un desprestigio cuando se empezó a asociar con mujeres con las que no se podía hablar, mujeres con un mensaje muy radical que transmitía un odio hacía los hombres. Hoy en día ha habido una visibilización del término y se ha convertido en algo de gran alcance gracias a que figuras notorias de la cultura como pueden ser cantantes, actrices y escritoras lo han abrazado como un término que es lo que es. Feminismo es un movimiento que busca la igualdad política, económica y social entre hombres y mujeres y punto pelota. Una vez que se entiende el primer concepto que es muy básico y sencillo ya podemos meternos en otras disquisiciones, pero de entrada ese concepto tan básico y tan sencillo no se entiende tan fácilmente. Estas mujeres que han hecho tanto por mostrar la realidad del concepto han conseguido que se convierta en algo más presente en nuestras vidas.
L.P: Acabas de referirte a feminismo con un término que cualquier persona puede entender que es lógico y justo pero esta palabra parece que esta estigmatizada o mal comprendida entre la sociedad. ¿A qué crees que puede deberse?
P.E: A un mal entendimiento. La primera ola del movimiento fueron las sufragistas cuyo objetivo era el derecho al voto de la mujer. La segunda ola vino en los años 70 y vino acompañada de una revolución sexual que ya se estaba produciendo en muchos estratos de la sociedad y que vino además con una reivindicación de los derechos de las mujeres que  después la academia se encargó de teorizar sobre ellos. Poco a poco esta intelectualización hizo que el feminismo se convirtiera en un término alejado de muchas mujeres que no lo entendían como tal. De repente empezaron a ver a las feministas como locas radicales que quemaban  sujetadores y que eran lesbianas. Esta tercera ola del feminismo lo que está causando es esa aproximación porque ya los referentes no son solamente aquellas filosofas de los setenta sino mujeres que todos vemos en los medios, mujeres que entiendes y compartes su mensaje, figuras de primer nivel que resultan cercanas a la sociedad y con las que incluso puedes interactuar.
L.P: Este libro arranca muchas sonrisas sobre todo con algunas palabras de las que no tenía ni idea como machirulada, machinazi o manspreading. Esto me ha hecho replantearme si tengo aún mucho que aprender sobre este tema o es que no estoy en este mundo.
P.E: (risas) Machinazi es un término de mi invención pero te puedo asegurar que estas en este mundo. El libro bebe mucho de la cultura pop y de lo que se mueve en redes y los neologismos son diarios y es muy divertido ver como se desarrollan y como adquieren su propio significado y como en ciertos círculos se emplean de esta manera para poner las cosas en su sitio. En ingles manspreading es una palabra que ahora se utiliza mucho pero hace dos años ni siquiera existía y que fue acuñada por la escritora Rebecca Solnit, autora del libro Los hombres me explican cosas y viene por una vez en la que ella se encontraba en una fiesta y hablando sobre literatura con un señor. En un momento de la conversación ella le habló sobre lo que había escrito, y explicándole sobre que versaban sus artículos, este hombre en un momento de la conversación hizo referencia a los artículos de Rebeca sin saber que era de ella y trato de explicarle con sus palabras lo que ella ya sabía.  Esto sucede mucho en conversaciones habituales donde tú estás hablando y de repente viene un hombre y repite exactamente lo mismo que tú has dicho con otras palabras.
L.P: Se aprende mucho con este libro. Por ponerte un ejemplo, con el juego de cincuenta sombras de Violeta, usando esas gafas violetas de las que habláis me he dado cuenta de que me falta mucho por asimilar y que hay mucho que cambiar aún.
P.E: Hay mucho que cambiar y muchos pequeños detalles que convertir en otras cosas. Hay que romper con ciertos hábitos y con ciertas actitudes que a  hombres y mujeres les pueden parecer  normales pero tenemos que revisar nuestras propias actitudes desde el lenguaje hasta ciertas cosas que son inherentes  a nuestro comportamiento porque es lo que hemos vivido desde pequeños y por mucho que tú estés implicado con cambiar hay detalles que no te das cuenta y sigues haciéndolo de la mima manera que te han enseñado y has absorbido de la sociedad.
L.P: ¿Se podría decir qué es más un libro para hombres que para mujeres, o al menos más necesario?
P.E: Yo creo que no. Creo que es para todos porque tiene diferentes niveles de conocimiento y está dirigido a todas las personas que creen en el feminismo como la próxima revolución social junto a la ecología que va a suceder en el siglo XXI y a cualquier persona que tenga un mínimo interés en eso y en cómo puede avanzar la sociedad hacia un modelo más justo, más compasivo. Si tienen esas inquietudes, este es su libro.
L.P: Este libro me ha despertado curiosidad por algunos datos y a través de él he llegado a saber que Perú es el país del mundo  donde mueren dos mujeres al día o por poner otro ejemplo en Argentina muere una mujer cada 30 horas o incluso que el asesinato de hombres hacía mujeres está situado en un 28% y el de mujeres hacía hombres se sitúa en un 7%. Para que luego digan que no es necesaria una ley de violencia de género.  Razones más que suficientes para que en la calle exista un libro como este pero puedes darnos alguna más si la hay.
P.E: A parte de abrir los ojos y despertar conciencias que creo  que es bastante razón para este libro la otra, te lo creas o no, es la risa porque creo que es la manera más fácil de llegar a las personas o por lo menos mejor que a través de un enfrentamiento dialéctico.
L.P: Vemos discriminación e injusticias en casa, en la vida diaria, en el trabajo, en los medios y quería preguntarte si en el mundo editorial también la hay.
P.E: Uffff también. Yo formo parte de una organización que se llama Mujeres del libro que se dedica a intentar descubrir la brecha salarial en el mundo editorial que sabemos que existe pero del que es muy difícil conseguir datos y demostrarlo debido al a falta de transparencia. El ochenta por ciento de la fuerza laboral que compone el mundo editorial somos mujeres y tan solo un veinte por ciento son directivas. Esto demuestra que algo falla y hay algo ahí que no está funcionando bien.
L.P: Del libro llama mucho la atención muchas cosas como frases, personajes y otras curiosidades pero si hay algo que me ha llamado mucho la atención ha sido el apartado de las obras robadas. ¿Qué te ha llamado la atención a la hora de buscar información para este libro?
P.E: Pues no tengo ningún recuerdo especifico porque yo iba pensando en ejemplos de injusticias y los iba colocando en juegos. En el caso que más te ha llamado la atención a ti fue gracias a mi hermano que es profesor de literatura y  me comentó que el libro Canción de cuna no lo había escrito su autor, lo había hecho su mujer pero se atribuyó la autoría su marido. Cada chispa de idea que me venía a la cabeza sobre una injusticia cometida a alguna mujer se convertía en parte de un juego.
L.P: Te he puesto ese ejemplo no porque lo considere el más importante pero si me ha hecho reflexionar sobre cuantas obras hechas por mujeres en todo el mundo habrán quedado para la posteridad obviando a su verdadera autora.
P.E: Incontables porque esto ha sido una tónica general en la historia ya que a la mujer no se le ha dado importancia. Por ponerte un ejemplo, si buscas pintores barrocos en un buscador, los diez primeros resultados son hombres. Pero y Artemisia Gentileschi o Sofonisba Anguissola donde están, porque eran mujeres que también eran artistas y tenían la importancia o estaban al nivel de Caravaggio. Es verdad que había menos porque las circunstancias mandaban y la facilidad para acceder a esos lugares privilegiados en el arte para ellas era más difícil por la circunstancias de la mujer en la sociedad pero las que lo consiguieron no están lo suficientemente reconocidas.
L.P: ¿Qué les gustaría a las autoras de Juegos Reunidos Feministas conseguir con este libro?. Hay que recordar que aunque no está aquí con nosotros, Ana Galvañ también ha contribuido a él
P.E: Pues muchas risas y mucho aprendizaje. Nos gustaría que hubiera interés y curiosidad, que la gente se eche unas risas jugando entre los amigos y si conseguimos despertar alguna conciencia pues fenomenal. Ana es la ilustradora y se comprometió con este libro por el contenido y ha hecho un trabajo de maravilla, dándole un punto de sentido del humor que es loable y fantástico.
L.P: Patricia también eres editora. ¿Dónde se sufre o se disfruta más como editora o como escritora?
P.E: Yo estoy sufriendo como escritora. Como editora no sufría nada o tal vez en algunos momentos puntuales pero como escritora el nivel de exposición y de lo que requiere ser autor es algo que yo nunca me planteé ni quería hacer pero aquí me encuentro y creo que vale la pena, primero por el entusiasmo del equipo editorial y después porque había algo que decir.
L.P: Patricia ha sido todo un placer y reconocer que como hombre este libro y esta charla ha resultado muy enriquecedora y por lo tanto agradecerte tu tiempo.
P.E: Gracias a ti, he pasado un rato muy agradable.
Encuentro con Patricia Escalona sobre Juegos Reunidos Feministas.

A estas alturas es imposible esquivar el tema. Da igual que tu entorno sea el del activismo de género o el de la peña madridista de tu ciudad, nos apostamos los ovarios a que en el último año has discutido sobre feminismo al menos una vez al mes. A veces habrás salido con las cosas más claras. A veces habrás terminado un poquito confundida. A veces enfadada. Pero nunca indiferente.Por eso hemos hecho este libro. Un cuaderno de actividades repleto de juegos y explicaciones para que tus discusiones ganen en material para risas y para enfados, pero sobre todo en profundidad. A través de los tres niveles en que se divide, atravesarás los conceptos teóricos que dan forma al feminismo y reconocerás los efectos del patriarcado en tu día día.Juegos reunidos feministas es un libro para pasarlo bien sola o acompañada, pero es también un recorrido provocativo hacia el cambio. Aquí hemos venido a reír, sí. Pero también hemos venido a luchar. Y si todavía no lo crees, juega y verás. 

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