ENCUENTRO EN EL “REINO INTERMEDIO”.
... todo es posible y tiene probabilidades de producirse; el tiempo y el espacio no existen, sobre la base precaria de la realidad se eleva la imaginación.
August Strindberg.
El niño, mientras juega, deja de ver su mano; sigue viendo todo lo que se encuentra delante de él, pero su antebrazo parece cortado...; mueve la mano conociendo, por el tacto, que sigue unida a su cuerpo... pero no la ve...
-Niño?! ¿Dónde estás... tan silencioso?
... La voz de la madre lo sobresalta; retira el brazo y lo vuelve a ver completo. Se incorpora...
-Estoy aquí, en la sala... jugando...
-Ven para acá, donde te pueda ver.
... Edifica un castillo mágico con piezas de colores y pedazos de juguetes rotos...: Arcadas-luz; Foso-agua... Mano en el agua!... Extiende el brazo hacia adelante, los dedos de la mano unidos como en el acto de introducirlos en el bolsillo... Nada, continúa a la vista... Camina en torno a las paredes y cruza el local trazando paralelas y diagonales en el piso con sus pasos nerviosos, el brazo siempre extendido...
... La niña ha terminado de bañar a sus muñecas, ahora va a alimentar a la nueva, que tiene hambre y a veces llora... Se queda muy quieta; allí, cerca del piso, aparece una mano pequeña. Ella sabe que es de un varoncito, sólo ellos se ensucian así las uñas cuando juegan en la tierra húmeda del jardín... La mano abanica, como diciendo adiós, y desaparece rápidamente. No sabe por qué, pero se siente triste.
-Ustedes la vieron, verdad?
-Sí, la vimos!- responden las muñecas a coro.-
... - Niño!... deja de andar de un lado para otro como una mariposa...
-Mami...
-Sí...?
-Mami, voy un momento a la sala... es que se me quedó un juguete...
-... Un juguete?... Mira, no quiero pensar que hayas hecho alguna travesura en la sala...
-No!... no!...
-No toques nada de lo que hay allí... y regresa rápido. Recuerda lo que les sucede siempre a los niños desobedientes...
-Enseguida regreso, mami.
... Las muñecas duermen; pero la nueva, que aún no se ha acostumbrado a la casa, está desvelada y llora... - Oh calla, mi pequeña, calla que va a venir esa señora que han dejado aquí para que me cuide; ella no quiere que ustedes duerman conmigo sino que estén en sus cajas... Siempre está peleando, nunca se ríe... no es buena, no.-
La mano se introduce en la habitación; la niña la ve y se acerca despacio, como si tratara de no espantar una avecilla..., se la muestra a la muñeca que ahora sonríe... La mano oscila, abierta. - No! adiós no...- -...Se ha ido.-
... El espacio de la sala se ha expandido en todas direcciones arrasando muebles, paredes, puertas y ventanas... Varios hombres muy altos y fuertes han situado bancos y bancos y todos los niños del barrio, de la escuela y sus padres están sentados allí, en vilo... Todas las luces se apagan y una sola, concentrada y potente, cae sobre él... Descorre la manga del saco y mete la mano dentro del aire... -Aaah!- ... Las bocas se abren, los ojos se abren aún más... El codo y el antebrazo giran, y la mano invisible aplasta el asombro de los espectadores... Saca la mano y la muestra, alzado el brazo hacia lo alto como una espada victoriosa... Del público viene una voz que quiso ser creada para ordenar pero que ha devenido ruego: -Otra vez!... por favor.-
... -Oh no, mi amor, no... Duerme, duerme... que tus abuelos pronto volverán..., con muchas golosinas desde ese lejano país.-... Otra vez la mano... La muñeca calla..., la niña le sienta en un pequeño mecedor y toma, entre las suyas, esta pequeña mano... muy suavemente.
... El público, los bancos y la luz desaparecen...; las puertas, ventanas, muebles y paredes se han extraviado, quizás, en algún almacén de utilería... Al tacto, recuerda...: “-¿Esto es tela, mami?- -Sííí, terciopelo rosa.-“... Quiere ver más allá y, de acuerdo con una fuerza que lo atrae, avanza hacia la nada que tiene delante y se asoma, un instante después, a otro espacio y ve frente al suyo el rostro de una niña tan linda como nunca imaginó que existieran; en los ojos negros de ella hay la humedad de la ternura... El se deja ir, como si atravesara definitivamente una ventana de luz... -Sssh... las muñecas duermen; ven, te bañaré y luego saldremos a dar un paseo por el jardín...- Bañarse... a él no le gusta bañarse, lo estrujan muy fuerte y siempre termina por caerle jabón dentro de los ojos; el acto de bañarse siempre está precedido de impaciencia y peleas... -No! mi mamá me espera.- ... -Cuando regrese mi mamá iremos a visitar tu casa; no tengo hermanos ni amigos... Mi mamá se va a alegrar de que te haya encontrado..., ven.-...
A pesar de tantos sobresaltos, Él está feliz con este juego que supera cualquier expectativa. Ella lo tiene a él... Tomados de la mano parecen flotar; están como dormidos, con los ojos abiertos...