Abril de 1968Julián B. salió del portal 123 de la calle Olabaza. Eran las 8 de la mañana
El ambiente empezaba a cargarse con el sonido de los gorriones y el tráfico.
Se detuvo en el quiosco de todos los días con el saludo siempre parco y seco de Arístides que le dio sin pedir la caja de negros y una bolsa de caramelos.
Siguió caminando como los demás, seguros de su destino, hasta el bar de la esquina, pidió un café y le dio un repaso a los tres periódicos disponibles.Tarde de abril a las 7 y 25, Julián estaba en una silla dura, magullado y débil. Tenía hambre y ganas de llorar. El inspector Benítez lo acosaba con asco sin poderlo apartar del estado de trance donde no cesaba de pronunciar: "te voy a matar zorra" tal como lo encontraron junto al cadáver de una mujer rubia y deteriorada.
Dos años más tarde:
"Le han dado 15 años de prisión, solo la madre, no hay ningún antecede, se trata de un caso único." Benítez bostezó y siguió, "venga Crís, te invito a un café bien cargado, ahora te toca a ti lidiar con su puta mente retorcida."
La cárcel. La anciana era la única visita que recibía periódicamente. Se sentaba frente al nieto y permanecía muda consumiendo el tiempo hasta el final. -Abu, te ruego, di algo. No puedo más, ella sigue, está aquí cada noche. Tenía que matarla, era el único perdón posible. Pero ahora se cuela por todos sitios y ríe como loca, me repite y me repite que me odia. ¡Abu! ¡Ayudame! Se tapaba la cara con fuerza y ni un sonido, la abuela permanecía imperturbable, una cara seca e inexpresiva detrás de las rejas.
Una tarde, los guardias tuvieron que sacarla porque Julián bramaba como un loco: ¡Habla vieja asquerosa, tú eres la culpable, tú! Te vengaste de todos y nos destruiste. Que el diablo te queme viva. Eso viniste a buscar ahora, otra venganza, mi locura total ¿Por qué yo? Nunca te importó tu hija ni el veneno de odio que le metiste.Ahora te toca a ti, pervertida, ya sabías que no puedo tener hijos y cuando me suicide no quedará ya nada más ni venganzas ni perdones ¡Nada entiendes!
Benítez y Cris en la cafetería de la comisaría
-¿Y? ¿Ya has encontrado algo?-Pues sí, se trata de venganza por transmisión generacional. Bastante común, no te creas. El tema central de las tragedias clásicas o la mitología.Suele salir a luz cuando se llega al extremo de matar, lógico porque generalmente se va ocultando en distintos subterfugios.La venganza es parte de la vida más o menos asumida.-O sea que su abuela...-Y antes, - agregó Cris.-Vaya a saber desde cuándo.-¿Y por qué quiere vengarse del nieto? -Porque al matar y sin poder tener hijos rompió la cadena.No sé qué te extraña, cada día recibes casos retorcidos, - replicó Cris con una sonrisa, -y quien no siente o haya sentido la sensación de venganza alguna vez, hum. -No es fácil acostumbrarse a casos extremos. - rió Benitez antes de zamparse una magdalena.
Convocatoria de Mónica desde su blog "Neogéminis" y lista de participantes.