No exagero un ápice si digo que este es mi disco de swing predilecto en la completa discografía de Frank Sinatra. Se muestra en él el Sinatra más inhibido, más liberado, más salvaje y más jazzístico hasta el punto de que, "Sinatra-Basie: an Historic Musical First" representa un antes y un después en la historia del jazz vocal y un punto y aparte en la carrera del propio cantante. La atómica banda de Basie junto a la pulcritud, elegancia, potencia y swing del mejor cantante de jazz de todos los tiempos, rubricaron el disco perfecto en 1962, contando con los brillantes arreglos de Neal Hefti que entendió a la perfección lo que en este encuentro se estaba fraguando y fue participe. A partir de este instante, Sinatra lo tuvo más que claro. Count Basie era el hombre, era la banda. A partir de 1962 Sinatra sería acompañado por la big band de Count Basie en sus mejores conciertos. A veces Count, se ausentaba y no podía acudir a estos conciertos pero entonces, al frente de su banda, era sustituido por Quincy Jones o por el pianista, Bill Miller. Pero está claro que en 1962 nació una de las colaboraciones más fructíferas y efectivas de la historia del jazz. Sinatra y Basie congeniaron de tal manera que dejarían para la historia grabaciones irrepetibles que nacieron ya siendo un clásico y que se encuentran en este insuperable álbum. Más tarde, volverían a grabar en estudio el LP "It might as well be swing" (1964) con arreglos de Quincy Jones, pero la frescura y pureza de la primera colaboración, se había ya perdido. Además, en esta segunda ocasión, Quincy Jones en sus arreglos, introdujo una importante sección de cuerda que acercan a este álbum al pop y lo distancian del jazz que vibraba en el primer encuentro. No obstante, en aquel segundo "It might as wel be swing" podemos encontrar nada menos que la legendaria grabación original de "Fly me to the moon" o "Hello, Dolly" y el escritor Randy Taraborrelli lo identifica como su disco preferido. Pero al que hoy dedico esta entrada, "Sinatra-Basie: An Historic Musical First", es puro estallido del swing y puro jazz. Tan solo viento y madera. Nada más es necesario para disfrutar del mejor Sinatra acompañado por el conde, el atómico Count Basie, agitando contundentemente a las masas. La frescura de este álbum se repite en el "Sinatra at the Sands" de 1966, LP grabado en directo y tercer y último trabajo fruto de la colaboración con Count Basie.
Sinatra y Baie en el estudio, grabando para "Sinatra-Basie: A Historic Musical First"
El segundo capítulo de "Encuentros con Sinatra", que grabo junto a Antón García Fernández, está precisamente dedicado al magnífico álbum,"Sinatra-Basie: An Historic Musical First". Aquí dejo el vídeo. Posteriormente, dispondré una breve guía de audición, aunque en el siguiente vídeo ya se comentan todos los aspectos del álbum:Count Baie y Frank Sinatra brindan antes de un concierto en Las Vegas
1.- Pennies from heaven:El clásico de Arthur Johnston y Jhonny Burke, actualizado y revisado por Neal Hefti con un arreglo que se convertirá en un clásico, es el mejor comienzo imaginable para el repertorio de este álbum. Desde este momento, Sinatra incorporará este arreglo para todos sus conciertos, cambiando sus intervenciones e improvisando en cada uno de ellos pues la libertad que el arreglo de Hefti deja al vocalista se presta a la práctica total del jazz. El arreglo comienza con el inconfundible toque de piano de Count Basie (aunque, curiosamente, interpretado aquí por Bill Miller) dando paso a la voz de Sinatra que ya desde el principio, en el tono desenfadado que adoptará para toda la sesión, ataca la primera frase "Ev'rytime it rains it rains, pennies from heaven". El arreglo es una constante evolución de menor a mayor, un contenido crescendo con constantes ornamentos orquestales. Uno de los momentos importantes es el que precede a la explosión de la orquesta y se trata del solo de saxofón que interpreta Frank Wess y al que suceden la cuerda de saxos y las trompetas replicándose los unos a los otros en lo que identificamos como una marca de la casa de la big band de Basie. En la segunda vuelta de la canción, cuando regresa Sinatra con el "ev'rytime it rains...", comienza la improvisación de la voz, los constantes juegos con la letra que, de alguna manera, conforman un nuevo Frank que hasta la fecha había estado cohibido o presa de un corsé del que se libera con la orquesta de Basie. Después de todo, Frank Sinatra, por primera vez, es dueño de su discográfica y lo controla todo en sus grabaciones, otro motivo para sentirse liberado de las imposiciones que anteriormente dictaba la discográfica Capitol. Es preciso entender todo esto para percibir a este Sinatra "en libertad". Llega el estallido de la canción, de nuevo, en su final. "So when you hear it thunder...don't run under the trees" canta Frank marcando en el "So!" el prefacio a un final que sorprenderá a todo aquel que lo escuche en 1962 pero que, de nuevo, se convertirá en un clásico. Sinatra rubrica "For you and me!" y la orquesta de Basie replica, primero con los vientos y al final con el piano, como si pronunciara "for you and, for you and, for you and...meeeeeeeeee". Es muy curioso que Sinatra entendió a la perfección este juego de la orquesta y ya en sus conciertos, será él mismo el que replique hasta el final reptiendo ese "for you and..." hasta el último "me". Brutal.
Neal Hefti y Frank Sinatra
2.- Please, be kind Sin duda, se trata de una de las canciones del disco que, además, Sinatra incorporaría a su habitual repertorio en directo a partir de esta fecha, siempre con el mismo arreglo de Neal Hefti. Si bien la letra puede despistar a cualquier oyente, ya que se hace difícil confiar en que Frank esté cantando aquello de "Esta es mi primera relación, por favor, sé amable", el tono desenfadado con que pronuncia cada palabra, de nuevo, convierte este tema en una pieza de jazz vocal insuperable. La banda de Basie presenta aquí toda su potencia, desde el comienzo, con ese viento repitiendo una constante réplica a la voz del cantante, como una antesala para la explosión de brillo y color que nos deparará el interludio y el final de "Please, be kind". Antón García Fernández, en el vídeo, ya hace referencia a la diferencia que existe entre el Sinatra que comienza a cantar la letra, al principio de la canción y el Sinatra que la vuelve a cantar, en la segunda vuelta. El que repite la letra es mucho más improvisador, atrevido y lúdico. Este efecto se comprueba especialmente en esta canción. Merece mención especial el cierre de Sinatra, alargando ese "kind" con un sostenido casi, casi eterno. Vemos esta canción en directo, con la orquesta de Basie en el Hollywood Palace en 19653.- The tender trap: Como sucede en la canción que abre el disco, Sinatra recupera con este tema un clásico que ya había grabado con Capitol Records y lo hace, de nuevo, para superarlo. No es que las grabaciones con Nelson Riddle sean peores pero este álbum respira magia por sus cuatro costados y esa magia del jazz lo convierten en una pieza especial que debiera estar en un museo, si existieran los museos para obras de arte musicales. Esta versión de "The tender trap" alberga un ritmo de swing relajado que es donde Sinatra se encuentra especialmente cómodo. La melodía comienza mecida en suave balanceo por los instrumentos de viento apaciguados con sordina, creando una cama sobre la que comienza a frasear la voz. La melodía trascurre sin sobresaltos hasta llegar la última frase de la primera estrofa: "You string along, boy, then snap!" Sinatra marca conscientemente como un golpe ese primer "snap!" tras el cual estalla la orquesta con los instrumentos de viento ejecutando también el mismo acento, sorprendiendo así al auditorio. A partir de ese momento la melodía se acelera levemente y camina hasta el segundo golpe que llega después de que Sinatra pronuncie, esta vez, la palabra "wop!" repitiendo el efecto de "snap!". Este efecto se repite una tercera vez, con la palabra "map!". Esta versión tiene un ritmo más lento que la anterior grabada con Capitol y creo que más adecuado. El tema evoluciona y camina hacia el final donde Sinatra, el improvisador, nos sorprende agregando un final que no estaba en la melodía original. Cuando parece que a canción ha terminado, el cantante pronuncia una frase que dice "And I'm trapped with you" ("Y yo estoy atrapado contigo")
Sinatra y Basie, aproximadamente, una década más tarde a la grabacion de este álbum
4.- Looking at the world throgh rose colored glasses. Esta canción es una auténtica diversión para todos: vocalista, músicos y auditorio. Probablemente, junto a la versión Reprise de "The most beautiful girl in the world", se trata de la canción más rápida y trepidante que grabó Frank Sinatra a lo largo de toda su discografía. Sobre una base de guitarra, flauta y contrabajo, la banda acomete un frenético y bestial ritmo donde un Sinatra divertido (probablemente el más lúdico de su carrera) se mueve como pez en el agua, con una voz de profunda inspiración negra. Cuando el cantante termina la primera parte y llega el interludio musical, de nuevo aparece Frank Wess con un solo enloquecido y vibrante de saxofón al que acompaña a toda máquina una banda de Basie perfectamente engrasada para estas velocidades y al que replican en constantes explosiones las trompetas. Y de nuevo aparece la voz de Frank "...Oh, yes I'm looking at the world through rose colored glasess..." y vemos claramente en su entonación el soul, la intención y la adaptación de su voz a la influencia de las voces negras que, sin duda, siempre tuvo muy presente. No solo Billie Holiday era su cantante preferida. Compartió innumerables duetos y una enorme amistad con la gran Ella Fitzgerald y por supuesto, con ese portento vocal llamado Sammy Davis Jr. Sinatra siempre reconoció esta influencia y es natural que, aquí, con la banda de Count Basie, aflore su versión vocal más cercana a la voz afroamericana. Hay que prestar mucha atención a la voz de Sinatra en esta segunda vuelta de la canción y sobretodo, destacar ese final, ejecutando una última nota muy alta, con una seguridad asombrosa, en el "ev'rything is rosy now"
7.- Nice work if you can get it: Con este clásico procedente de la factoría George y Ira Gershwin que Sinatra ya grabó deliciosamente en Capitol, en esta ocasión se vuelve a ofrecer un ritmo muy allegro, un swing muy rápido casi a la altura de la anterior "Looking at the world...". Sinatra ha cantado esta canción en cientos de ocasiones y esto se nota. Quiere aceptar de nuevo el reto jazzítico de Hefti y Basie, se divierte con ello y esto es lo que percibe también su auditorio. Aquí de nuevo encontramos al Sinatra como puro vocalista de jazz y particularmente en un momento de la canción, hacia el final. He comentado en numerosas ocasiones lo que hace aquí Frank porque me parece un alarde de improvisación. Se trata del fraseo llevado a su máxima expresión. Justo antes de la última estrofa de cierre, esto es lo que canta Sinatra: "It's nice work // ifyoucangetitandoyoucangetitifyoutry" y responde la orquesta pa-pa-ra-pa.ra-pa-ra, respondiendo efectivamente a Sinatra. Una delicia y un siwng tan contagioso que invita al baile aún sin saber bailar.
De nuevo en el camerino, antes de un concierto
8.- Learnin' the blues: Si la versión de Capitol ya era excelente, aquí verdaderamente encontramos a Sinatra cantando blues, desde sus profundidades. Comienza en un tono grave, un blues profundo en el que la voz es acompañada por el contrabajo y por el piano de Basie, inventando melodías, especialmente cuando Sinatra comienza a cantar la frase "the nights when you can't sleep..." como si el pianista quisiera dibujar el insomnio. Hay que prestar atención a los constantes cambios en la voz de Sinatra, la diversas maneras en las que pronuncia el estribillo "you're lear...ning the blues" de nuevo marcando una fuerte influencia de las voces negras. Sorprende muy gratamente el final donde el cantante ejecuta una de las notas más agudas del álbum con su último "blues".Ella Fitzgerald, COunt Basie y Frank Sinatra décadas más tarde
9.- I'm gonna sit right down and write myself a letter: Esta canción es equiparable en el álbum a "Nice work if you can get it" pues, de nuevo, se recurre a un swing extremadamente rápido que otorga a Sinatra la libertad para ser francamente juguetón, tanto con la letra como con la melodía. Y es lo que hace. Vemos aquí a un Sinatra completamente liberado que invita al juego y al chasquido de dedos. Mente en blanco y solo ritmo. Y por supuesto, ya legendario, otro solo maravilloso de saxo ejecutado por Frank Wess.
Unos veinte años más tarde tenemos aquí una imagen de archivo de un concierto que ofrecieron Frank Sinatra y Sarah Vaughan con la orquesta de Count Bsie. Concierto todavía inédito.
10.- I won't dance: Como decimos en el vídeo Antón y yo, no hay mejor cierre para un álbum que invita constantemente al baile, que esta "No voy a bailar" ("I won't dance"), clásico de Jerome Kern que Sinatra ya había grabado, en brillante versión, para el álbum "A swingin' affair" de 1957, en mi opinión, el mejor álbum de swing de la época Capitol. En esta versión de "I won't dance" es el acompañamiento musical y el ritmo del arreglo de Hefti el que parece también bailar. Vuelve a aparecer el Sinatra más lúdico jugando descaradamente con una letra que conoce muy bien en palabras como "ab-so-lu-te-ly", fragmentando y recreándose en las consonantes. Mientras Frank canta obtiene la réplica del saxo de Wess como en una alternancia imparable. En el intermedio musical de nuevo el piano de Basie es el preludio al estallido de la orquesta en un crescendo que no parece conocer límite. Tras este interludio musical de nuevo llega Sinatra "Weeeelll... I love the way you do the Continental..." cantando de manera tan relajada que parece una melodía gamberra pero que, precisamente, es como debe sonar. En definitiva, todo es un preludio para un final soberbio con una nota aguda en el último "arms" y un final en el que Sinatra ejecuta un crescendo continuo al que ya nos tenía acostumbrados desde su grabación de "I've got the world on a string", de manera perfecta.