Es el juego cósmico de golpea y huye. Los encuentros cercanos entre estrellas jóvenes podrían ayudar a formar las enanas marrones que pueblan la Vía Láctea.
Las enanas marrones son bolas de gas, cuya masa es generalmente decenas de veces la de Júpiter. Como las estrellas, las enanas marrones son capaces de fusionar átomos de hidrógeno, pero son demasiado ligeras para mantener este proceso.
El origen de estas estrellas fallidas es un misterio. Las enanas marrones podrían formarse como sus primas mayores, mediante el colapso directo de de turbulentas nubes de gas, o tal vez puede ser de una forma similar a como se forman los planetas, condensándose a partir en los discos de gas que rodean estrellas jóvenes.
Las simulaciones han demostrado que las inestabilidades en el disco de gas alrededor de una estrella joven aislada pueden desencadenar la formación de enanas marrones. Ahora Ingo Thies y Pavel Kroupa de la Universidad de Bonn en Alemania, y sus colegas, han demostrado que el proceso también puede tener lugar en un escenario más común, en un cúmulo lleno de estrellas recién nacidas.
En las nuevas simulaciones, el equipo descubrió que las estrellas jóvenes que pasen velozmente y se acerquen lo suficiente a sus hermanas pueden desestabilizar sus discos de gas que las rodean, lo que permite que las áreas más densas áreas colapsen rápidamente y formen objetos del tamaño de enanas marrones.
El gas atraído en estos encuentros también podría formar los planetas con una amplia gama de inclinaciones orbitales. Esto podría explicar el origen de algunos de los extraños exoplanetas que se han detectado con órbitas inclinadas de manera significativa con respecto al plano ecuatorial de la estrella, explica Thies.
No está claro con qué frecuencia pueden formarse las enanas marrones en este juego cósmico de golpea y huye, señala Mark Krumholz de la Universidad de California en Santa Cruz. "Pero esta es una buena idea, ya que hace algunas predicciones comprobables." Puesto que existe una mayor probabilidad de que estos encuentros cercanos ocurran en densos cúmulos de estrellas, se podría esperar detectar un mayor número de enanas marrones ahí, afirma Krumholz
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Publicado en Odisea cósmica¡Suscríbete Ya!