Antes que todo, hay que entender que la geotermia es la energía que se obtiene aprovechando el calor del interior de la tierra. Esto se puede realizar de diferentes técnicas, y por supuesto el rendimiento obtenido siempre dependerá de la temperatura y profundidad desde la que queremos extraer la energía térmica.
Las aguas termales son un claro ejemplo de la utilización de la energía geotérmica, aunque normalmente se la utiliza no con propósitos energéticos, sino más bien enfocado a actividades recreativas y de relajación para turistas.
Pese a que aún es una tecnología cara en comparación con otras fuentes renovables, especialmente por los altos costos de perforación, la geotermia cada vez se presenta como una opción más interesante de generación de energía limpia, especialmente para lugares que cuentan con pocos recursos renovables, como el solar o eólico, pero que bajo la tierra tienen altas temperaturas y a muy poca profundidad.
Chile es un país favorecido por su gran cantidad de volcanes, y un alto gradiente geotérmico debido a la gran cantidad de magma bajo la superficie, condiciones que hacen que en nuestro país, la geotermia sea una oportunidad real de desarrollo energético. Se estima que Chile cuenta con un potencial de 16.000 MW en energía geotérmica, algo que sin duda llama la atención, ya que podría convertirse en una parte importante de nuestra matriz energética.
Hoy ya existen varias compañías privadas invirtiendo en la exploración de este recurso, y se espera que dentro de los próximos años ya logren entrar en producción, agregando energía limpia a nuestro sistema eléctrico.