Energías renovables en tu casa (V): eólica

Por Ecointeligencia @ecointeligencia

Le toca el turno al viento como fuente de energía renovable para tu casa. La energía eólica se emplea fundamentalmente para producir electricidad.

La energía contenida en el viento hace girar las palas de las máquinas eólicas, transmitiendo su movimiento a un generador que produce electricidad

Podemos considerar que la tecnología eólica ya está en su fase de madurez y presenta un gran desarrollo comercial. La instalación de estas máquinas, cuando son de baja o muy baja potencia, está indicada para viviendas aisladas, que además se encuentren en zonas de vientos.

Los aerogeneradores que actualmente existen en el mercado para uso doméstico son:

  1. De muy baja potencia (inferior a 10 kW): utilizados tradicionalmente para bombeo de agua (aerobombas multipala).
  2. Minigeneradores eólicos para producción de energía eléctrica (normalmente formando conjuntos mixtos eólico fotovoltaicos en viviendas aisladas).

 Actualmente podemos elegir entre cerca de un millar de minigeneradores, de más de 200 fabricantes distintos. ¿Cuál escoger? El tamaño dependerá del viento, de la producción que queramos, pero también de nuestras posibilidades de anclaje. Un aerogenerador de 1 kW de potencia puede tener unas palas de 80-90 centímetros, lo que supone casi 2 metros de diámetro de rotor, que requiere de una altura semejante a una antena de televisión. Uno de 5 kW tiene un rotor de 4-5 metros y eso hay que subirlo ya a unos 15 metros.

El decir que un aerogenerador tiene una potencia nominal de un 1 kW significa que esa es la capacidad máxima que puede suministrar cada hora mientras sople el viento. En una zona buena se puede conseguir entonces que esa turbina de 1 kW de potencia produzca al cabo del día unos 6-7 kWh. Por comparar, un frigorífico muy eficiente consume cerca de un 1 kWh en toda una jornada. Para generar por sí sola tanta electricidad como la que necesita un hogar esa miniturbina tiene que estar en una zona de mucho viento. Pero, aunque no se llegue a tanto, al menos sí puede reducir una parte importante de la que se consume de la red eléctrica y que dejaremos de pagar de la factura.

Después de repasar las principales opciones que tenemos para que el suministro de energía para nuestro hogar sea más ecointeligente, nos gustaría sintetizar lo visto en unas cuantas ideas:

  • El consumo de energía de una vivienda tiene un gran impacto en nuestra calidad de vida y en el presupuesto familiar. Por ello, a la hora de la compra es muy importante pedir información sobre la calidad energética de la vivienda, tanto de sus componentes estructurales como de los sistemas de climatización y producción de agua caliente, y tener en cuenta la calidad de las instalaciones en nuestra decisión de compra.
  • Los equipos para aprovechamiento térmico de la energía solar constituyen un desarrollo tecnológico fiable y rentable para la producción de agua caliente sanitaria en el sector de las viviendas.
  • Un buen diseño bioclimático puede conseguir ahorros de hasta el 70% para la climatización e iluminación de su hogar.
  • Se pueden utilizar las energías renovables en el suministro de energía a nuestras casas incorporando equipos que aprovechen la energía proveniente del sol, el aire, la biomasa y la geotermia.
  • Desde el año 2007 se generalizó en toda Europa, con carácter obligatorio, la certificación energética de los edificios, que proporciona información sobre la eficiencia energética de nuestra vivienda, en función de las características del aislamiento, acristalamientos, sistemas de calefacción, producción de agua caliente sanitaria y aire acondicionado.
  • Igualmente, las calderas de biomasa son una opción muy interesante y competitiva, especialmente para la sustitución de calderas de carbón. Son también una opción que debe considerarse en las nuevas viviendas.
  • Mediante un sistema de captación adecuado y una bomba de calor geotérmica, en invierno se puede usar el calor del interior de la tierra para la calefacción doméstica y la obtención de agua caliente. En verano, ese calor es extraído transfiriéndolo al subsuelo y refrigera el edificio.

Esperamos que después de esta serie de artículos sobre las posibilidades de incluir en vuestras viviendas las energías renovables, veáis esta cuestión como algo posible y no una cuestión que sólo aplica a las grandes compañías generadoras de energía.

Ah!! Y a pesar de nuestros políticos, el autoconsumo está cada día más cerca.

¿Empezamos por una placa termosolar para el agua caliente? ¿Y una caldera de biomasa para calefacción?