Existe una enorme confusión cuando hablamos de energías renovables, a lo largo del último medio siglo a las fuentes renovables de energía se las ha llamado energías ecológicas, energías limpias, energías alternativas, energías renovables, energías sostenibles, etc.
Para definir lo que es una fuente renovable de energía nos enfrentamos a dos problemas. En primer lugar que hablar de energías no es correcto, ya que de lo que estamos o vamos a hablar es de fuentes primarias de energía. En segundo lugar, se están mezclando dos tipos de criterios para definir una fuente de energía, el primero de recuperación del recurso natural y el segundo, ambiental.
Por tanto, “una fuente primaria de energía renovable es aquella cuyo periodo de recuperación es inferior a año y medio (recuperación del recurso natural) y que sea compatible con un modelo de desarrollo sostenible (criterio ambiental).”
Considerando desarrollo sostenible al “modelo de organización y producción de energías y bienes, que cubriendo las necesidades humanas, deje a las generaciones futuras al menos el mismo nivel de recursos naturales y conservación de la biosfera que los existentes en el momento actual.”
Por este mismo motivo, no debemos confundir los términos.
“Una energía alternativa, o más precisamente una fuente de energía alternativa es aquella que puede suplir a las energías o fuentes energéticas actuales, ya sea por su menor efecto contaminante, o fundamentalmente por su posibilidad de renovación. Según esta definición, algunos autores incluyen la energía nuclear dentro de las energías alternativas, ya que generan muy pocos gases de efecto invernadero.”
Dejando esto a un lado, empezaré a explicaros con más detalle la energía protagonista de hoy.
A la Energía Geotérmica se le conoce por ser la energía calorífica procedente del interior de la Tierra.
A efectos prácticos se le considera energía renovable porque es inagotable a escala humana, aunque su renovación no es infinita.
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