Los booters me parecen todo un invento.
Y es que estos pequeños concentrados de belleza son capaces de multiplicar el efecto de nuestro tratamiento habitual aumentando así su efectividad.
Un detalle que no se le ha escapado a Clarins que, tras 10 años de investigación, presenta sus 3 nuevos boosters (Energy, Repair y Detox) adaptados a las necesidades de nuestra piel teniendo en cuenta las agresiones a las que está sometida a diario.
UN BOOSTER PARA CADA PIEL
Energy
El estrés, la falta de sueño o el cansancio hacen que la falta de energía no sólo se note en nuestro cuerpo sino también en la piel.
Un ritmo de vida intenso hace que nuestras células pierdan energía relentizando así nuestro metabolismo celular.
Este agotamiento de la piel hace que aparezcan los signos de cansancio y la pérdida de luminosidad.
En este caso (que, en concreto es el mío), el mejor remedio es Energy, el booster activador de belleza para pieles cansadas, enriquecido con extracto de ginseng, que tonifica y devuelve la energía a la piel, atenúa los signos del cansancio y reaviva la luminosidad.
Este booster es el más indicado para reparar la piel del daño causado por las agresiones externas que debilitan y gragilizan la piel haciendo que se vuelva más fina y permeable dando lugar a las rugosidades y las rojeces.
La fórmula de Repair está enriquecida con exttracto de tenuiflora que calma la piel, atenúa las rojeces y mejora la recuperación cutánea.
Un booster recomendado para desintoxicar la piel sometida a los excesos ya sea de alcochol, tabaco, contaminación o una mala alimentación.
Estos excesos son los culpables de que la piel esté asfixiada, que no respire, y por lo tanto, que pierda su luminosidad y se apague.
La fórmula de Detox incluye café verde que desintoxica la piel devolviéndole su aspecto saludable y luminosidad.
Se deben mezclar 3 o 5 gotas a la crema de tratamiento habitual del booster que necesitemos en ese momento.
Tal y como os decía, la piel cambia y puede que el problema que tiene hoy no lo tenga mañana.
Por eso, estos boosters están pensados para ser utilizados un día, como un tratamiento de efecto flash, o durante semanas o meses como un tratamiento de choque en momentos en los que nuestra piel necesite una cura más intensiva.
Cada uno de los boosters cuestan 39€.