Compartiré con ustedes algunas reflexiones e ideas a este respecto:
1. El mejor antídoto contra el engaño y la deshonestidad es el modelo de padres honestos, íntegros y que implementan unos valores fuertes.
Nuestros hijos copian casi todo lo que hacemos. Como padres debemos establecer un claro ejemplo para ellos y también debemos mostrar un interés genuino por lo que nuestros hijos hacen. Interésese por todo y hablen de todo. Sea un modelo de integridad.
2. El segundo mejor antídoto contra el engaño y la deshonestidad es los profesores que transmiten a sus estudiantes el amor por el aprendizaje, que imparten las ideas de algunas posibilidades de la vida por medio de un currículo creativo y significativo, y que se comprometen de manera práctica, relevante y hasta divertida. Los padres pueden ayudar e implementar la misma orientación pedagógica en el “currículo de la casa”.
3. Los padres se deben interesar por el trabajo de sus hijos, darle seguimiento de manera regular y supervisar sus logros.
Ayude a sus hijos a evitar el estrés de la presión académica que a menudo lleva a la deshonestidad. Ayúdele a su hijo a organizarse, a tener más confianza en si mismo, a planear con tiempo sus proyectos, ensayos y exámenes.
4. No asuma que sus hijos saben que el engaño es malo y que la honestidad es importante. Hable con ellos sobre la importancia de la honestidad, desde un punto de vista personal, paternal, espiritual y laboral.
5. Los padres deben ayudar a sus hijos a aprender a ser honestos consigo mismos y con sus valores.
Necesitamos inculcar fuertes valores de honestidad a nuestros hijos para que la presión de sus compañeros y otros factores no les roben sus sueños. La deshonestidad académica, laboral o en la vida, tiene serias consecuencias, y puede ser la causante de que nuestros hijos pierdan sus sueños y sus futuros.
El mejor currículo para la honestidad y la integridad es que nuestros hijos tengan modelos, en el hogar y en el aula, fuertes y consistentes.
Vía Renuevo de Plenitud