Ya comentaba recién llegado de la escapada a Venecia que es una ciudad donde la música forma parte de la oferta turística, pero no siempre con la calidad deseada y menos con los precios que tienen, si bien toda la zona es para ricos y no para un profesor de instituto español.
La ¿versión? vivaldiana de una obra tan escuchada, versioneada, grabada, estudiada, con auténticas referencias a lo largo del tiempo como Las Cuatro Estaciones, sí sería de estudio pero para "jugar al despiste" de cómo no debe interpretarse o mejor PARA OLVIDAR, sin ningún criterio ni rigor musical: acelerandos y ritardandi sin venir a cuento, pausas al final de las frases, más un intento de mostrar su ¿virtuosismo? al alternar los solistas (nunca el concertino que "ejercía" de director), comiéndose notas, exagerando unas notas de paso no escritas ni pensadas, haciendo unos archi extrañisimos, con unos ataques fuera de lugar y ante la plantilla comentada, totalmente desequilibradas texturas y dinámicas. Resultado final: "Primavera ártica-Verano siberiano" 0 "Otoño brasileño" e "Invierno caribeño" 1.
Tras comprobar la cantidad de conciertos de todo tipo y a diario que Venecia oferta, creo que debería aconsejar a los futuros viajeros melómanos que se informen bien, pues ni siquiera la realidad se ajusta a la publicidad. Eso sí, japoneses los había fotografiando todo, algunos alemanes algo cabreados (los tenía detrás y algo les entendí), algunos españoles disfrutando del fin de semana y donde lo de menos era la calidad musical, y un negocio de venta de CDs dentro del "holding de los ejecutores" (que no ejecutantes) en la Chiesa San Vidal. Al menos en Asturias la oferta musical es de calidad y no nos suelen engañar, aunque malos días los podemos tener todos. Puedo presumir que he estado en conciertos de alumnos con mucha más seriedad que la veneciana.