Dos chicos se conocen. Se hacen amigos. Se enamoran. ¿Por qué nos empeñamos en hacer complicadas las emociones más sencillas?
Esta historia de amor entre dos chicos, uno de ellos declaradamente homosexual y el otro en vías de autodescubrimiento, nos recordará que hay primeros amores frágiles como el cristal y memorables como el diamante.
Con los titubeos propios de cualquier amor adolescente, Heartstopper responde a la manera de sentir de los jóvenes reales, con una visión abierta, natural y sensible sobre el amor y la identidad sexual, sin perder nunca la delicadeza y la emoción.
¿Por qué nos empeñamos en hacer la vida tan complicada en cuanto a emociones y relaciones se refiere? Nuestro día a día ya nos merma suficiente energía como para, además, tener que adentrarnos en valles literarios inhóspitos y lúgubres. Creo que Heartstopper supone un soplo de aire fresco en muchos sentidos para quien la lea, pues se puede definir perfectamente con esta pregunta, y es que la felicidad radica en la simplicidad y en la franqueza de su mensaje, y Alice Oseman sabe muy bien qué decir mediante la viñeta.
Heartstopper nos cuenta la historia de Charlie y Nick, dos chicos que se conocen en el instituto, entablan una sana relación de amistad y poco a poco van enamorándose. Y ya está. No hay entresijos, ni enemistades, ni secretos ocultos ni poderes mágicos. La realidad en estado puro, plasmada con total naturalidad. Y es que Oseman apuesta por la visibilidad, la diversidad y la inclusión, y para ello lo mejor es, sin duda, la sencillez de la obra, pues nos muestra lo que todes merecemos en la vida: enamorarnos de la persona indicada y que nos corresponda.
De e Heartstoppers sólo tengo buenas palabras, y es que s una obra más que adorable, tierna, sensible, pueril, delicada y, sobre todo, inclusiva. Ofrece un dúo protagonista que desborda ternura, al mismo tiempo que nos conciencia de que el amor es lo único que nos salva de la realidad y no hay que ponerle barreras, cadenas o etiquetas. Este primer tomo nos plantea una relación repleta de sentimientos y sensaciones con dos protagonistas tan próximos que es imposible no enamorarse también de este romance juvenil. Y eso es lo que importa.
Claro está, al ser protagonizada por dos miembros que establecen una relación homoerótica, la autora nos plantea el acoso que sufre la comunidad LGBT mediante ciertas escenas o debates, y si bien nunca estruja la fibra dramática más de lo necesario, sí lo hace de manera justa para concienciar y que aboguemos -como siempre- por la justicia y el amor libre. Como digo, en Heartstopper abunda la visibilidad, y en cuestión de páginas, el romance de Charlie y Nick es real, natural y totalmente merecido. Y por eso la obra de Oseman es aún más especial.
Oseman, para corroborar aún más que el amor ha de ser lo más sencillo posible, nos narra la historia con una pluma lineal y clara, sin demasiados detalles ni complicaciones, para que solo podamos disfrutar de las sonrisas de Charlie y Nick y sus sentimientos traspasando las páginas.
¿Qué decir que no se haya dicho ya? El primer volumen de Heartstopper ha sido adorado y devorado por muches, y no es para menos, porque tanto su dibujo como su historia nos transportan a un momento idílico con el que hemos soñado o experimentado alguna vez, el del primer amor, el de amar sin barreras ni condiciones, sin importar el sexo, el género o la raza, solo dejándonos llevar por el más puro y bello sentimiento. Este primer tomo ha sido belleza en estado puro, y estoy deseando leer más.