Enhamed Enhamed: ejemplo de superación, optimismo y vitalidad

Por María González Prieto @dibuperiodistas

Enhamed, para mí, el gran descubrimiento de esta edición.

No conocía su historia, pero solamente su persona al subirse al escenario ya transmitía algo muy, muy especial. Y como te dije en el ratito que pudimos hablar, eres maravilloso.

¿Os imagináis que de repente parpadeáis una vez y al volver a abrir los ojos ya no veis nada? Eso es lo que le pasó a Enhamed, se quedó ciego con ocho años, en tan solo cinco segundos, por un desprendimiento de retina. Tuvo que estudiar en un colegio de la ONCE, y allí fue donde empezó a nadar. Cada vez le dedicaba más tiempo al entrenamiento en la piscina, pues, como él dijo, era el único sitio dónde se sentía libre y podía moverse con total libertad. Con 15 años se presentó al primer campeonato del mundo, y desde entonces, se ha convertido en el mejor nadador paralímpico de la historia, con varios records a sus espaldas.

Decidió retirarse, y ahora ha escrito un libro Iron Mind y se dedica a dar charlas como coach en empresas y cuenta su historia en congresos como el de LQDVI, para ayudar a los jóvenes a desarrollarse, entendiendo qué es lo que de verdad importa.

Enhamed nos habló de lo que le hizo cambiar el chip y darse cuenta de que no podía quedarse parado, siendo una víctima, no podía esperar a que nadie viniera a salvarle, sino que tenía que empezar a actuar. Fue la película En busca de la felicidad, de Will Smith, en concreto una escena en la que el padre le dice a su hijo: “Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo. Si tienes un sueño debes protegerlo. Si alguien no puede hacer algo te dirá que tú tampoco puedes. Si quieres algo ve tras ello. Punto”.

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También me sorprendió mucho una pregunta. Dijo que se la había hecho un niño en una de sus charlas. ¿Cambiarías todas tus medallas por volver a ver? ¡Qué gran pregunta! ¿Queréis saber la respuesta? Enhamed le dijo que no. “No, porque gracias a las medallas supe en quién me tenía que convertir. Y desde ese momento, yo no perdí la vista, yo gané la ceguera”.

Enhamed no estuvo solo durante su ponencia, le acompañaba su perrita Adel, que se quedó dormida durante toda la charla, pero siempre pendiente de su compañero.

Me quiero quedar con unas cuentas frases de su ponencia:

La primera: “El miedo hiere más que aquello que temes”. Muchas veces nos da más miedo no hacer algo que lo que podemos ganar. ¡Tenemos que arriesgarnos más! Y si perdemos, seguro que se convierte en una gran lección.

La segunda: “Si has visualizado y estás preparado, no necesitas pensar. Y con pensar digo dudar”. Una de las grandes lecciones que me llevo de Enhamed es esta. La importancia de verse cumpliendo la meta a la que queremos llegar. No pensar en lo que tenemos que hacer para conseguirlo, visualizarnos directamente en la meta. Pero, por supuesto, trabajar y prepararnos para lograrlo, no podemos obtener nada sin esfuerzo.

La tercera: “Por grandes que sean las dificultades hay siempre una grandeza mayor dentro de ti”.

La cuarta: “Quiero que cuando os miréis al espejo veáis a la persona que queréis ser, que veáis los hábitos que queréis formar, quién quiero llegar a ser”.

La quinta: “El compromiso y la disciplina transforman lo bueno en extraordinario”.

Y la sexta, y la más importante: “Tenéis que dejar que vuestro corazón elija vuestro éxito, no la sociedad”.

Me encantó el sentido del humor ante su ceguera, esa que ha ganado, y que le permite ser quién quiere ser. ¡Qué importante es saber reírse de sí mismo! Yo estoy aprendiendo…

Estoy deseando empezar a leer su libro, Iron Mind.

Gracias, gracias y gracias, Enhamed.

Si queréis conocer más sobre él, podéis escuchar sus ponencias en la web de LQDVI, Enhamed Enhamed, o seguirle en sus redes sociales.