Enheduanna, la primera escritora conocida

Publicado el 02 febrero 2016 por Tdi @RLIBlog
En el Creciente Fértil, cuna de civilizaciones, Sargón I de Acad creó el Imperio Acadio que gobernaría durante 5 generaciones, 141 años, desde el 2334 a.C. hasta el 2192 a.C. Su hija, Enheduanna, ostentó el cargo de sacerdotisa En, que ocuparían las hijas de los gobernantes mesopotámicos hasta el siglo VII a.C. Era la suma sacerdotisa del dios lunar Sin, a quienes los antiguos sumerios llamaban Nanna. No solo fue una de las primeras mujeres conocidas de la historia, sino que además se convirtió en la primera autora cuyo nombre se conoce y la única mujer entre los grandes autores de la literatura mesopotámica.
Bajo su autoría se encuentran 42 himnos religiosos, entre ellos himnos a Sin y a Ishtar. Ya ella afirmaba que era algo que "nadie ha creado antes". Uno de ellos dice así:
Lamento al espíritu de la guerra
Lo destruyes todo en la batalla...
Dios de la Guerra, con tus alas feroces
rebanas la tierra y cargas
disfrazado como una furiosa tormenta,
gruñendo como un huracán rugiente,
gritando como una tempestad,
trueno, ira, estruendo, y tambor,
¡expulsa los malos vientos!
¡Tus pies están enchidos de anxiedad!
En tu lira de lamentos
Oigo en alto tu canto fúnebre.
Como un feroz monstruo llenas la tierra con ponzoña.
Como el trueno ruges sobre la tierra,
árboles y arbustos se derrumban ante ti.
Tú eres sangre descendiendo por una montaña,
espíritu de odio, codicia e ira
dominador del cielo y tierra!
Tu fuego se eleva sobre nuestra tierra,
cabalgando en una bestia
con ordenes indomables,
decides todo destino.
Triunfas sobre todos nuestros ritos.
¿Quién puede explicar por qué sigues así?
Enheduanna también participó en algún tipo de agitación política durante el reinado de su hermano, por lo que fue expulsada, aunque terminó recuperando su posición de suma sacerdotisa. Tras su muerte, fue recordada hasta alcanzar un rango semi-divino.
Su obra y su actividad son un reflejo de la posición de la mujer en la sociedad mesopotámica durante el imperio acadio.
Fuente: Voices