Querida LOMCE,
Has nacido en un lugar muy bonito, hogar de la Soberanía Nacional que en este país se dice pero no se aplica, que reside en el pueblo. Has nacido a cascoporro, pero no te preocupes, no por error. Has sido pensada y repensada por tu progenitor, el Ministro de Educación Cultura y Deporte, señor Wert, que hoy seguro que es muy feliz con tu llegada a este mundo. No le guardes rencor porque te haya puesto LOMCE de nombre, eso también es pensado y requetepensado (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa… ¡Si tienes más nombres que el Rey! Estarás contenta…), pero no te preocupes porque casi todo el mundo te llamará por tu apellido, Ley Wert (por supuesto, el mismo apellido que el hombre que te concibe en contra de la voluntad de muchos y por sus narices). Por eso es por lo que digo que has nacido a cascoporro. Porque de toda esa gente que verás en el Congreso, que representan a los ciudadanos que les han votado, ninguno apoya tu nacimiento. A lo mejor es que con esto de la reforma de la Ley del Aborto, ya sabes, aunque no hubiera querido nadie, habrías nacido igual. Pero bueno, ése no es el caso. Tu papá Ministro y su partido han querido que llegues a este mundo, aunque ten cuidado porque el otro lado de la cámara dice que como haya cambio de gobierno en las próximas elecciones, te derogará (una palabra que quizá no entiendas todavía, pero que seguro que escuchas desde el primer día en que entres en vigor).
Déjame decirte desde ya que, aunque acabes de nacer, vas a generar bastante rechazo en la comunidad educativa: padres, profes y alumnos, y también tendrás a comunidades autónomas enteras en tu contra, pero bueno. Estoy segura de que tu papá te defenderá con uñas y dientes, como ha hecho desde que te concibió. Este malestar es porque tendrás algunas carencias que una ley de educación del siglo XXI, bueno, pues no debería tener: predominará el castellano, será el Ministerio quien más decida sobre tus contenidos y tendrás educación religiosa y reválidas (un concepto tan antiguo que ni tú ni muchos niños y jóvenes más mayores, conocen). También se dice que cuando te apliquen, contribuirás a la segregación de alumnos (que, por cierto, serán más por aula aunque haya sólo un profesor) y puede que excluyas a los que tengan más dificultades.
Obviamente, no me he leído entera la ley y estoy segura, aunque tenga a tu papá en muy baja estima, que algo bueno traerás, porque todos los nacimientos traen algo bueno, ¿no? Quizá una protesta definitiva contra leyes sacadas de la chistera y aprobadas sin consenso, una reacción de la ciudadanía, no sé. Un pan, seguro que no traes, porque habrá que apretarse el cinturón por los recortes en becas, pero quizá haya algo, algún detalle, que agradeceremos de tu llegada.
Mientras, seguiré esperando a que en este país se hagan leyes conforme a la voluntad de los ciudadanos.
(¿Bienvenida?) a España.