Pequeños aventurerosHabéis superado todos los enigmasEs hora del enigma final.De Siracusa a Venecia Con ella mejor verásEstá muy cercaY podréis verlaRodeada de magia y navidadque os conduciráhasta un armónico palaciodonde en su interior alberga un navideño secreto
Ya empezamos con esas pistas que no sabemos ni donde empezar.Mini ya estaba preparando su equipaje para ir a Venecia. Yo esperaba que no fuera allí donde hubiera que ir, demasiada agua para mi gusto.Yo más bien pensaba que esas dos ciudades debían tener algo en común. ¿Pero el que? Ambas son ciudades italianas. Pero el enigma habla de que veremos mejor con “ella”.En todos estos días, tengo que reconocer que Conejito ha sido el más sabio. Así que hemos ido a consultarle. Después de releer la nota varias veces, no encontraba tampoco la relación. Seguro que es algo navideño. Siempre en su clásica teoría. ¿Pero el que?
Mini esta vez usó el ordenador y busco información de las ciudades. Nuestro sabueso rastreador en acción. Pronto se quedó parado y con la mirada fija. Algo había captado su atención.Chicos. He encontrado la relación. Las dos ciudades tienen la misma patrona. Santa Lucía de Siracusa. A ver si por aquí podemos seguir tirando el hilo.
Es la patrona de la vista, de aquí que la pista nos diga que la podremos ver. Claro, ya lo tengo. El mercado. En Barcelona es toda una tradición que en justamente desde finales de noviembre hasta un poco antes de navidad se celebra en la plaza de la Catedral, una feria que lleva su nombre. En esa feria todo está lleno de cosas de navidad. Adornos, figuras, árboles….
Parece que por segunda vez este adviento, tendremos que volver a Barcelona.Para estos desplazamientos hay que pedir permiso, está lejos y nos tiene que acompañar mi dueño.Mini ya tenía hecho el equipaje, pero yo no, así que después de hacer la maleta, nos lanzamos a la aventura.
Al día siguiente, muy prontito por la mañana, cogimos el tren, con destino a Barcelona.
Una hora después ya estábamos en la plaza. El “mercat de santa llucia” era impresionante. En estos años que llevo por aquí, había visitado los mercados navideños de Reus o Tarragona, pero este era mucho más grande y con más variedad.
Ya que estábamos allí, lo visitamos con tranquilidad. Pero una vez lo hicimos teníamos que pensar en la última parte del enigma. Cerca de allí tenía que haber un armónico palacio. Dimos un par de vueltas, pero no veíamos ninguno.
Mini aprovechó para preguntar a un guardia urbano. El hombre estuvo un poco pensativo, y respondió. - Yo solo conozco un palacio por aquí cerca, “el Palau de la Música”.Claro, todo encaja, música, armónico…. se parece. Seguimos las indicaciones del guardia y en cinco minutos estábamos delante del “Palacio”.
Por lo visto estaban celebrando un espectáculo. O, mejor dicho, un programa de radio especial. “És Nadal al Món” (Es navidad en el mundo) de la cadena RAC1.
Parece que nos esperaban, después de pasar por el photocall de los famosos…nos dirigimos al interior, donde durante unas tres horas, disfrutamos de este espectáculo tan entrañable y familiar.
Que buen rato pasamos.
Al final todos estos enigmas habían tenido su recompensa. El adviento había casi terminado.
Por la tarde volvimos a casa, le contamos toda la aventura a Conejito y ya por la noche. La hora más mágica de todo el adviento. Nuestro tradicional caga tió. Nuestro Tió de Nadal lo dio todo y nos trajo regalos para todos. El regalito más especial para mi fue un peluche de BB9, un robot malvado de la nueva película de Star Wars y para Mini un lindo peluche de Chase, el perro policía de la Patrulla Canina.
Un hociquito navideño