Enloquecido

Por Cogito

El comportamiento de García Margallo en el proceso de primarias que vive  el PP sólo se entiende desde el reino de la psicopatología. Es un buen ejemplo de lo peor que puede mostrar un partido.

Ya dejó claro al principio que se presentaba contra la exvicepresidenta, curiosa motivación para quien presume de intelectual.

No soporta la frustración que le produjo el hecho de que su amigo Rajoy lo cesara por impertinente y coñazo, se muestra agresivo. Es de los que no soportan que la Historia se escriba sin ellos; tacha de codiciosos a los que persiguen lo mino que él y dedica desprecios machistas a las candidatas (“esto no es un concurso de mises”).

¿Qué militantes pueden elegir a un candidato así? Supongo que será el menos votado, pese a sus exhibiciones televisivas.