Cuando hablo con otras madres acerca de nuestros respectivos hijos, un tema muy común y que por lo visto preocupa bastante, es si son sociables o no.
Para muchas madres, es motivo de orgullo y presunción el hecho de que su hijo se quede en la guardería sin llorar, o acepte de buen grado quedarse con un extraño. Para muchas de ellas este es un aspecto importante para considerar a sus niños "maduros e independientes" o "enmadrados y demandantes".
David, ni que decir tiene que, bajo ese criterio de valoración, se lleva la medalla de oro al enmadramiento y a la inmadurez.
Por suerte para mi, mi punto de vista es otro y, lo que para algunas es un problema, para mi es algo de lo mas natural. Me explico:
Si mi pequeño, que siempre a estado a mi lado día y noche, y para quien soy su punto de referencia mas fiable, se asusta al quedarse con un "medio" desconocido para el, o en la guardería, no me parece algo extraño. De hecho, conociendo a mi hijo, lo que me parecería extraño y hasta preocupante es que lo aceptara sin más.
Creo que casi todos los niños y sobretodo los más pequeños (digo casi todos porque no quiero generalizar, cada pequeñin es un mundo...) que mantienen una relación normal y saludable con su madre, van a preferir estar con ella antes que con cualquier otra persona. Algunos lo prefieren, pero aceptan la separación, y otros simplemente no la toleran. Eso es algo que depende de cada niño y que creo que no tenemos que utilizar para colocarle la etiqueta de "enmadrado", "independiente" o ninguna otra.
Considero que es una suerte y un motivo de alegría para una madre que tiene que dejar a su niño en la guardería el que el peque acepte bien la separación y se quede contento y feliz. El año que viene, cuando lleve a David al cole, también me alegraré mucho si lo acepta bien.
Pero no me parece correcto que esto se utilice para "fanfarronear" de niño. No es mejor madre la del niño que se queda contento en la guarde ni peor la que lo tiene que dejar llorando todos los días.
A mi personalmente me sienta fatal cuando tengo que oir día tras día y con un tono claramente acusador, que David está enmadrado. Ni que fuera malo que mi hijo quisiera estar conmigo antes que con cualquier otra persona!!
Así que espero que el año que viene, cuando llegue el momento de empezar el cole, David se encuentre preparado, pero si no es así y le cuesta un poquito, no pienso consentir que nadie (al menos en mi presencia), le ponga ninguna etiqueta, ni le falte al respeto con comentarios del tipo "tan mayor y llorando aún" o cosas por el estilo. De la misma manera que no me voy a considerar peor madre por el hecho de que esto ocurra.
Yo, ahora mismo considero que tengo que darle toda la presencia y atención que necesite, sin miedo a que esté enmadrado o a lo que pueda pasar cuando empiece el cole. No creo que sea mejor mejor "empezar a despegarmelo" como me dicen a veces, para que se vaya acostumbrando (por esa regla de tres, deberíamos empezar a despegarnoslos desde que nacen, para evitar problemas posteriores). Pienso que cuanto mas fuerte y seguro sea el vínculo que ahora mantenemos, mejor será su desarrollo mental y psicológico.
Y todo lo demás llegará a su tiempo. Quizás le cueste un poquito más adaptarse al cole, o socializar con otros niños, pero se acostumbrará, y estoy segura de que será un niño feliz y con un desarrollo sano y normal.