Sólo acabar diciendo que, tras una muy breve visita a la bodega Regina Viarum, para reponer fuerzas con un trozo de rosca de Sober y una copa de vino, pusimos rumbo a Rosende, para cenar, hacer noche y desayunar, en uno de los alojamientos más impresionantes en los que he estado nunca. La Casa Grande de Rosende forma parte de Pazos de Galicia, y con sus paredes de piedra cubierta de hiedra, sus suelos de madera, sus estancias antiguas y su decoración, era como dormir en un museo. Un fantástico desayuno que incluyó queso do país y membrillo casero, puso el broche de oro a un fantástico fin de semana, del que volvimos a casa nuevamente bordeando el Sil y el Miño, y despidiéndonos de una de las regiones más encantadoras de la Galicia interior.
Quisiera agradecer nuevamente a Amparo, de Enoturismo Galicia, todas sus gestiones, paciencia y ayuda para organizar todo el viaje, horarios, visitas y comidas. Una auténtica profesional con la que no dudéis en contar para este tipo de planes. Papá, Mamá, Hermana, Cuñado, gracias por regalarme esta joya de viaje. Anush, gracias por acompañarme en esta escapada y disfrutar conmigo.