Desde México, antes de sumergirme en los asuntos académicos que aquí me traen, tengo un tiempo para aterizar, y lo primero que veo en las tareas pendientes son otros asuntos -también académicos- que dejé pasar sin mención. Este es uno de ellos.
Produce vergüenza no haber visto una reseña de un libro hecha por un colega de claustro. Me refiero a Enrique Fuster y su reseña sobre un libro en en que se me cita en exceso, Poéticas de la persona (Comunicación Social Ediciones, Salamanca 2013, 395 páginas), en su estupendo blog Sombras Chinescas. Quizá esas citas y referencias son la razón inconsciente del despiste.
Hace poco hice una referencia en Repensar la Comunicación: Poéticas de la persona, un buen libro de 32 autores sobre Comunicación Pública. De verdad que hay ahí cosas muy novedosas y muy trabajadas. Recomiendo ir a esa referencia, en la que se da cuenta del índice del libro y otros textos.
Puedo añadir que desde la Editorial comunican que pronto saldrá en formato eBook.