Hoy ha tocado la vuelta a la rutina. Se acabaron las vacaciones de verano aunque no nos quede mucho para disfrutar de una mini-escapada. Hemos vuelto al despertador, a los tupers para comer, a las extra escolares, a las prisas…
Y también estamos intentando volver a las comidas saludables. Aunque hemos intentado no pasarnos durante las vacaciones, es inevitable no picar entre horas, tomar unas cervezas, salir a tapear, comer a deshoras... Así que poco a poco volveremos a los buenos hábitos.
Y como siempre digo, comer sano no significa que tenga que ser aburrido. Hay vida más allá de la verdura hervida y la plancha…
Podemos hacer ensaladas completas y riquísimas como la de hoy. Las acelgas que utilicé son ecológicas, y además son super atractivas con esos colores. Hace que un plato sencillo sea más apetecible!!.
¿Quién se apunta a la comida sana??
ELABORACIONLavamos la quínoa con ayuda de un colador. Ponemos 400ml de agua con una pizca de sal a hervir. Cuando rompa el hervor, añadimos la quínoa y cocemos a fuego medio durante 10 minutos. Apagamos, tapamos y dejamos reposar 5 minutos más. Destapamos, dejamos enfriar y reservamos. Para blanquear las acelgas, pondremos una olla con abundante agua a hervir. Cuando hierva, echamos las acelgas, que habremos lavado y cortado en trozos, y dejamos que cueza durante cinco minutos. Escurrimos y echamos en un bol con agua muy fría. Escurrimos y reservamos.
Cortamos la zanahoria en juliana fina y la cebolla en brunoise pequeña.
Para montar la ensalada, mezclamos la quínoa con las acelgas y regamos con un poquito de aceite de oliva virgen extra. Añadimos la zanahoria, la cebolla, el queso feta ligeramente picado y rodajitas de guindilla (opcional). Salpimentamos ligeramente, y aliñamos con el vinagre de Módena y algo más de aceite de oliva. Y a comer!!!