Ensalada de Arroz Silvestre

Por Aristippos

Arroz Silvestre con Tomate y Albahaca

Cuando pienso en cocinar un risotto, pienso en el arroz apropiado - Arborio, Padano, Carnaroli y otros - aquellos altos en almidón, lo cual les habilita absolver líquidos mejor y hacer el plato más espeso y cremoso. Los mismos son cultivados más por su consistencia que por su sabor. Por lo tanto, si quiero disfrutar un arroz en sí, nunca se me ocurre cocinar un risotto. Prefiero el puro sabor del basmati o del arroz silvestre.

El porque del arroz silvestre no ser usado más a menudo, no lo conozco. Tiene un sabor especial sin ser muy fuerte. El grano ofrece una estructura y una experiencia para el paladar únicas. Aunque la planta zizania aquatica linnaeus esta emparentada con las plantas oryza sativa (arroz asiático) y oryza glaberrima (arroz africano), la zizania es una hierba acuática diferente, aún diferente a las variedades de oryza cuando son silvestres. En los EE.UU. y en Europa es usada como arroz exclusivo, mientras que en China se usa como vegetal el tronco en el que nace.

La primera vez que vi arroz silvestre lo vi mezclado con arroz oryza y esto es lo más común en los mercados y países que conozco. Me imagino que la razón para venderlos mezclados es mantener el precio bajo, pero de la misma forma que yo no mezclaría ningún arroz común con un basmati, prefiero no mezclar el silvestre tampoco.

Y hoy preparé un arroz silvestre como ensalada. Encuentro que el comer lo cocinado en estado frío provee un sabor diferente y tiene su valor propio. Para esta ensalada se necesita lo siguiente:

  • 200 g arroz silvestre
  • 350 mg agua
  • una cebolla
  • dos o tres tomates
  • 100 mg vino blanco
  • 1/3 cucharadita de polvo de cacao (adicional)
  • una cucharadita de expreso
  • unas 7 hojas de albahaca
  • un poco de aceite de oliva

Esta es la primera vez que uso arroz silvestre como ensalada, aunque lo había cocinado varias veces. Cada vez que lo cocino me molestaba que toma mucho tiempo para cocinar pero al final siempre me pareció que necesitaba cocinarse aún más tiempo. Sin embargo, nunca se me había ocurrido el remojarlo previamente y así lo hice esta vez. Simplemente 30 minutos en agua hicieron una diferencia increíble. Una vez remojado, voté el agua y con un poco de aceite de oliva en el sartén, freí el arroz con la cebolla picada unos dos minutos. Después añadí el vino, siguiendo con el café y el cacao. Tan pronto como el vino fuese absorbido, añadí el agua y se cocina cubierto a fuego bajo unos 25 minutos.

Los tomates se cortan en trazos pequeños y se mezclan con las hojas de albahaca picadas, un poquito de aceite de oliva y un poquito de sal.

Buen provecho!

Ensalada de Arroz Silvestre con Tomate y Albahaca