Es tiempo de ensaladas, aunque en realidad cualquier tiempo es apropiado para consumir ensaladas, especialmente como esta, que es vistosa, saludable y con unos sabores con mucha personalidad: el toque anisado del estragón, el agridulce del maracuyá, el salado del bacalao...
Sí, lo sé, me ha quedado un nombre muy largo y eso ya no está de moda, es de restaurante previejuno y denota muy poca imaginación poner todos los ingredientes en el nombre de la receta. ¡Pero es que todos tienen su importancia!: el bacalao con tomate es una combinación clásica y hacía falta destacar que lleva estragón y vinagreta de maracuyá, que es lo que le da el toque veraniego, caribeño y fresquete. Ya lo de los rábanos es puro egocentrismo, es por aquello de nombrar a la familia, yo es que soy mucho de fomentar el consumo de rabanitos. Ya sabéis, #PonUnRabanoEnTuVida. Aunque tengo que confesar que como bien demostró Ana Melm, ando cojo de recetas con rábanos, un fallo que trato de enmendar.
Ahora un poco más en serio (nunca mucho) tengo que confesar que cuando probé la combinación bacalao + maracuyá cuando hice las flores de calabacín rellenas de brandada me quedé absolutamente enamorado del juego que da. El maracuyá aporta toques agridulces y el bacalao salados, además, las semillas de maracuyá aportan un toque crujiente muy apropiado.
En esta ensalada, además, incorporamos pulpa de tomate que da melosidad y es un poco la cama o hilo conductor de los sabores, a los que se suman los toques anisados del estragón (si no te gusta, prueba con otros, por ejemplo la albahaca que siempre queda bien con el tomate, pero te recomiendo que le des una oportunidad al estragón) y el color y textura de los rabanitos (molan ¿eh?).
Finalmente decir que podía haber añadido la pulpa de maracuyá tal cual, sin más, pero preferí darle una forma más emulsionada al hacer una vinagreta con aceite de oliva, miel, pimienta rosa y agua de tomate.
Ingredientes:
- 2 tomates:
- 100 gr. de bacalao desmigado desalado
- 3 Rabanitos
- Estragón fresco.
- 100 ml de vinagreta de maracuyá
(*) Si os dais cuenta no lleva sal, porque el bacalao tiene su punto de sal y la vinagreta también pero siempre puedes añadir un poco por tu cuenta.
Elaboración:
1.- Lo primero sería desalar el bacalao, aunque confieso que yo partí de bacalao desmigado desalado comprado en una gran superficie. Puedes desalarlo tu. Ya sabes, agua fría en un cuenco que cubra bien el bacalao y a la nevera. Cambiamos agua cada 8 horas y si utilizas migas y no un lomo grande, puede estar en 16 horas. La cuestión es que debe quedar algo salado, no queremos que esté insípido y por eso no usamos bacalao fresco.
2.- Rallamos dos tomates y escurrimos el agua que separamos para la vinagreta de maracuyá, queremos la pulpa con la menor cantidad de agua posible, yo la puse en un colador una horita.
3.- Elaboramos la vinagreta y reservamos
4.- Cortamos muy finos los rabanitos, podemos utilizar una mandolina o probar nuestra capacidad con el cuchillo.
5.- Secamos el bacalao y procedemos a montar el plato. Podemos juntarlo todo tal cual o hacer algo como esto: poner el tomate como cama en el fondo del plato y encima disponer el bacalao, las hojas enteras de estragón y las lonchas de rabanitos. Finalmente napamos con la vinagreta, que puede estar fría o servirla tibia si consumimos esta ensalada fuera de verano.
Con esta ensalada participo en la campaña #Ponunaensalada en tu verano 2015 que organiza Sugg-r and some Salt con la colaboración de Claudia & Julia, Lafiore, Señoríos de Relleu, Un huerto en mi balcón y Vive la Fruta {del huerto a tu casa u oficina}.