Disfruto lo mio con mis paseos por la frutería del barrio. Todo recién puesto y tan fresco...
¡Me lo llevaría todo!
Unos brotes verdes con algunas hojas de espinacas baby, un calabacín tan tierno que parecía mantequilla, un pepino, y una manzana crujiente. No se necesita más.
Si con el calabacín restante, y media cebolla hacéis una tortilla de cuatro huevos, ya tenéis una cena divina para dos personas.
Como aliño he preparado una vinagreta suave de avellanas. Ya sabéis, machacad seis o siete avellanas en el mortero con un poco de sal. Añadid una parte de vinagre de manzana por tres partes de aceite de oliva. Emulsionad bien y dejad que se macere unos 10 minutos antes de usarla.
¡Qué aproveche!