Tenemos sólo un par de ojos, sin embargo poseemos infinidad de formas de mirar. Una mirada es como un segmento que viene definido por los dos puntos que forman sus extremos, el primero está en las creencias de las que partimos para observar un fenómeno, el segundo es el fenómeno en sí. Esta visual así construida tiene pues su origen en nuestro sistema de creencias, es decir, en lo que nuestra educación ha considerado importante. De este sesgo en el punto de partida no se libra ningún conocimiento: las ciencias experimentales, la historia, las lenguas, la psicología, la filosofía, las religiones... Curiosamente en nuestras escuelas no se menciona esta relatividad en la mirada, algo fundamental para poder hablar de un pensamiento libre. Así,se enseña a pensar en nuestra educación dentro de unas determinadas cajasde las que ni siquiera se conoce su existencia: es la educación en autoridades.
Nuestros pensamientos nacen enjaulados por una educación en autoridades, que no se cuestiona las creencias desde las que contempla el mundo y la vida. Somos educados renunciando a nuestro propio espíritu científico, que es el encargado de hacer de nuestra curiosidad una exploradora de límites, Hemos de conocer esos límites para que nuestros pensamientos salgan de la jaula y puedan volar, ganar perspectiva, cambiar el origen de nuestras visuales ... ¿Quién quiere ser pájaro enjaulado pudiendo volar ...? Dejemos que nuestros pensamientos sean alados ...
No se puede enseñar a pensar libremente sin enseñar a ver las creencias desde las que inevitablemente se están desarrollando nuestros pensamientos. Muchísimos conflictos ni siquiera se producirían si supiéramos desde que ·"caja de pensamientos" está hablando cada uno, el luchar por tener la razón dejaría de tener sentido, pues cada uno tiene derecho a tener sus propias "cajas de pensamientos". Saber desde qué creencia estamos pensando nos ayudaría a no confundirla con la verdad y sobre todo a no cederla nuestra identidad. La mayor parte de los enfrentamientos entre personas y sociedades se deben a esta cesión de nuestra identidad a unas creencias, a unas banderas. Querido lector, ¿a qué creencias, vestidas de verdades, agravios e injusticias, les estás cediendo tu identidad ...?Hacer de banderas exteriores tu identidad te aleja de sentir tu esencia, tu centro, y te predispone a entrar en los laberintos de la dualidad y sus dramas. Una persona que es su propio centro no tiene necesidad de luchar para ser.