Si uno se queda en los recortes recientes, con ser muy graves, no entenderá por qué las exigencias de reformas que eviten déficit de 35 años alimentados con créditos que hoy nadie concede. El asunto es importante porque entender lo ocurrido, es un paso previo para poder realizar cambios en el estado y en el sistema productivo, arreglos imprescindibles para mejorar las condiciones de vida del pueblo griego. Se está escamoteando por corrientes izquierdosas, la responsabilidad de las familias oligarcas griegas, del ejército y de la Iglesia Ortodoxa junto con grupos clientelares en la creación de un estado cuasi fallido y a su entero servicio, y se escamotea con la ayuda/apoyo de opciones nacionalistas derechistas que tratan de reducir los problemas a una lucha entre nosotros el pueblo y ellos los extranjeros. Ello oculta que Grecia ha sido tradicionalmente un desastre económico que ha tenido fundamentalmente un apoyo político que lo mantenía anclado en la órbita occidental, su ingreso en la OTAN, luego en la UE y después en la eurozona, que dejaron pasar errores económicos, con la esperanza de corregirlos una vez dentro con los apoyos correspondientes, era el precio de la alianza de la que se beneficiaba la oligarquía griega, sin modernizar el estado ni el sistema productivo. Hasta que explotó.
Los diez años anteriores al primer rescate, la financiación de los déficits de todos los países fue sencilla, por el aluvión de euros a bajos precios, como se aprecia en los cuadros publicados, - de los precios de los bonos a 10 años, las primas de riesgo - tendió a identificar los precios de los países con excedentes de ahorro, del norte y centro, con las necesidades de los deficitarios periféricos. La moneda única tendió a unificar y abaratar costes, que fomentaron burbujas y corrupción.