Llegué a casa, y la regañé incluso diciéndole que su comportamiento no me había gustado nada.Pero....
Empecé a recapacitar, a pensar lo que había ocurrido y realmente me di cuenta que Lola, sólo me estaba diciendo a través de sus actos una cosa:
ESTOY HASTA LAS NARICES DE VUESTRAS REUNIONES
Me puse a pensar en que Lola realmente no quería estar allí, a pesar de tener el espacio para correr del jardín, lo que quería era estar conmigo, con su madre. Si resulta que Lola está desde las 9:00 hasta las 16:00 en la escuela, ¿no es ya demasiado tiempo alejada de su madre y de su padre como para aguantar más reuniones?
Pues eso, que Lola con palabras quizás no es capaz de expresar que no quiere estar ahí, tampoco yo se lo pregunté, pero desde luego con su comportamiento ya entendí esa época de rabia, su malestar por estar allí, el pegar a otros niños y niñas, etc.
De hecho os puedo contar, que cada vez que ve un grupo de padres y madres reunidos, resulta que huye. Así que esa fue la última asamblea que fui, empecé a pensar en Lola, en que es lo que ella quiere y necesita. Y la prueba está, en que llevamos unas semanas buenísimas, de risas, caricias, de pasarlo bien y estar las dos más contentas que unas castañuelas. Así que sintiéndolo mucho, la lucha por la escuela de mi hija es por ella y por el resto de los niños, pero qué sentido tiene si mi hija me reclama y no la escucho. Así que la lucha sigue, las asambleas y acciones también y yo ya no participo como antes. Lo primero es Lola.
¿Alguna vez os fijasteis que vuestros hijos estaban teniendo épocas muy malas, de rabia? Pues quizás es que no estén a gusto con alguna cosa.