El libro “Prontuario[1] de los pies y de los zapatos” de Salvador Luis, está dedicado a los ímpetus, a las pasiones, a las decepciones y desilusiones en donde el escritor logra que sus personajes, se atrevan a mostrar las fantasías fetichistas utilizando una historia y siendo descriptivo con su testarudez hacia los pies.
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El escritor mezcla los géneros comunes de la literatura, para jugar entre diccionario, crónica, novela, relato, prontuario y autoficción. Alinea el tema de los pies con la ideología cultural, social y familiar en donde se visualiza una depravación que a muchos les desagrada y de la cual hacemos diferentes interpretaciones.
Por estas sesenta y ocho páginas recorren unidamente el fetichismo, la obsesión y el amor de la belleza que guardan; una piel arrugada, unos botines de Manolo Blahnik y una búsqueda de la masculinidad del protagonista. En contexto este tema va más allá de un simple fetichismo o veneración a los pies o a los zapatos, tiene un lado inocente, también el lado de las efusiones y el de la sinceridad con uno mismo.
Los fetiches son parafilias, es decir, es un patrón de comportamiento sexual en el que el placer no se encuentra en las comunes relaciones sexuales, sino en alguna otra actividad o cosa (Cáceres 2013).
El protagonista siente ese deseo de rozar, besar, lamer o acariciar los pies logrando sentir esa excitación especial que demanda su cuerpo y sus sentimientos, en su consuelo por haber nacido castrado.
Para Freud el pie es sin embargo un atributo fálico[2]. Es lo primero que el médico ve cuando el niño nace, es en donde se fija el niño cuando aprende a caminar. Recordemos esa costumbre de las mujeres chinas de vendar los pies de las niñas para que sean más deseables, o a su vez, el pie de loto les aseguraba un buen matrimonio además de un alto estatus.
El dolor y las presiones sociales de cualquier cultura, siempre existe en nuestra sociedad, en donde deseamos ser bellos y aprobados bajo cualquier costumbre o método que mejore nuestra apariencia.
Conclusión
Los seres humanos somos muy creativos y podemos conceder carga erótica a un sinfín de objetos, personas o escenarios en diferentes ambientes.
Que el protagonista del prontuario se sienta atraído por algo poco convencional no quiere decir que esa afinidad sea mala o inconcebible. El problema no está en que le guste, sino en la fijación y obsesión de aquello que le gusta.
De repente me quedé pensando en estos protagonistas para quienes estas obsesiones son los únicos medios para experimentar la vida y sentirse libres, en donde este tema va más allá de un simple fetichismo, tiene un lado inocente, también el lado emotivo y el de la sinceridad con uno mismo.
[1] Prontuario: Resumen en que se anotan varias cosas a fin de tenerlas presentes cuando se necesiten. RAE
[2] Lo simbólico, lo imaginario y lo real, Freud. En: http://www.lituraterre.org/Iletrismo-Fetichismo-Real_Simbolico_Imaginaire.htm