Este artículo es para todos aquellos que han visto la nueva película de X-Men, por lo que advierto que contiene spoilers que arruinarán en cierta medida su capacidad de sorpresa ante la nueva propuesta que tiene Singer y Compañía.
Cuando comenzábamos a conocer sobre X-Men: Días de un Futuro Pasado, mi mayor duda era referente al casting de Patrick Stewart como el Profesor X. ¿No se suponía que estaba muerto? Decidí hacer a un lado cualquier inquietud al respecto y dejar que la película logre explicarse por si misma. Mi mayor problema es que sigo con dudas de como es posible que siga vivo.
Desde el inicio el deceso de uno de los pilares de la franquicia, se volvió en uno de los tantos pecados cometidos por Brett Ratner. Este hombre se dedicó a hacer cenizas y de plano destruir cualquier futuro que podían tener estos mutantes.
Muchos me dirán que existe una escena post-créditos de la innombrable X-Men 3, en donde el Profesor aparentemente transfirió su cerebro al cuerpo de un hombre en coma. Jamás logramos ver su rostro, solo su voz que nos hace suponer que de alguna forma el mutante logró salvarse de último minuto. El problema viene cuando lo vemos en el futuro de vuelta tal y como lo conocemos. ¿Qué paso? Acaso, ¿compró un clon en alguna barata?
Pues supuestamente en una entrevista con los guionistas de tal engendro cinematográfico, eso fue lo que se supone que paso: Charles transfirió su mente no a un desconocido, si no a un gemelo idéntico que nació sin conciencia. ¡Que conveniente! Agréguenlo a la lista de cosas para seguir odiando esa película.
Aquí viene lo más interesante y lo que en realidad creo que es la mejor explicación.
Los eventos de las películas que hemos visto fueron borrados de la línea del tiempo porque el Profesor X hizo todo lo posible para evitar que ocurrieran las desgracias que el mismo presenció de joven cuando leyó la mente de Logan. Por lo tanto Charles nunca llega a morir, más sin embargo el proyecto de los centinelas continúa su curso al haber obtenido el ADN de Mistique, nada más que con otras variantes que me imagino serán desarrolladas en las siguientes películas.
Por lo tanto lo que presenciamos en el Tíbet con los últimos sobrevivientes mutantes, es el futuro alterno de este presente donde nada de lo que conocemos sucedió: el Profesor X, Jean Grey y Scott Summers siguen entre nosotros, Magneto nunca perdió sus poderes al igual que Mistique; bueno, todos felices y contentos. La causa de la confusión es que narraron la historia al revés, porque primero vimos el efecto de las decisiones del pasado, uno que pensábamos que era inmodificable.
Ahora sí que nos dieron atole con el dedo al disfrazar la película como un auténtico reinicio. Hasta cierta forma los entiendo y era necesario porque ellos mismos se encargaron de poner punto final cuando nadie se los pidió. Una parte de mi se siente engañado, más no defraudado porque lograron zafarse de su propia camisa de fuerza con la mejor película de la saga.
Es cierto que me hubiera agradado mejor claridad en todo este embrollo de líneas del tiempo, pero también acepto que estaba alegre al ver un desenlace con aire de cuentos de hadas. El ver Logan caminar por los pasillos de una escuela tan llena de vida, con nuevas parejas románticas que incluyen a Kitty y Coloso; pues fue el final feliz antes de una gran amenaza de nombre Apocalipsis. ¡Que venga la secuela!