Una perfecta construcción de LoveMarks, atiende, como misión, al diseño de toda la estructura empresarial como espacios de relación de alta satisfacción que, genera riqueza para todas las partes interesadas, en el Valor Funcional y la capacidad del proyecto para generar negocio.
El dibujo correcto de una entidad relacional, busca delinear con absoluta claridad, la intención de manifestar todo su Valor Funcional, como la primera piedra donde se cimentarán contenidos, experiencias e imagen en función del compromiso por establecer relaciones satisfactorias y atiende a:
- Estimar el producto y los servicios como el vehículo de dar satisfacción de utilidad y necesidad, a través del que trasladar detalles de belleza con la que empezar a llamar la atención emocional.
- Transforma parte de sus hábitos de Marketing en el arte de diseñar experiencias para compartir con las que solidificar la emocionalidad conseguida y lograr establecer una vinculación duradera.
- Atiende a la construcción de canales adecuados de información y comunicación de contenidos, dando prioridad a los aspectos relacionales que persiguen dar soluciones satisfactorias, prácticamente, a tiempo real.
- Y se manifiesta como un conjunto de mitos y signos con capacidad de trasladar contenidos veraces que levantarán la Imagen Brand o sello de diferencia que tanto buscan los modelos de negocio.
La atribución de entidad de alto contenido relacional, atribuye al modelo de negocio la cualidad de verdadera intención de convertirse en LoveMarks en el imaginarum de sus interlocutores y la implantación de estos procesos de construcción evitarán la rutina de correr detrás de conceptos de "modernidad" mal entendida que, pasan de moda y que, con gran dificultad, trasladan la honestidad y transparencia que es reclamada por los mercados, más allá del tiempo que pasa entre el Impacto de compra hasta el momento donde una pregunta o demanda es efectuada en los puntos de encuentro.
Satisfacción de una demanda real:
LoveMarks es un concepto que basa su existencia, en la habilidad de convertir un proyecto empresarial en una entidad con alta tendencia a convertirse en relacional, humanizando una Imagen Corporativa que, por el momento, no construye fidelización más que por oferta y compromiso del interlocutor interesado en ella. Todos los esfuerzos de una Imagen Corporativa comprometida con ella misma en la lucha por consolidar el status quo reinante en la Era Industrial, tiende, de forma irremediable a provocar el recelo inmediato y el afán negociador, en las mismas condiciones que ella se arroga, del interlocutor y elimina, la posibilidad de establecerse como miembro influyente y no solo influenciador del entorno donde habita. Un entorno que reclama, sin vuelta atrás, la aparición de modelos de negocio con la capacidad de establecerse en función de establecer relaciones enriquecedoras para todas las partes interesadas en el proyecto, a través de su Valor Funcional y sus capacidades de negocio.