Al mismo tiempo que aparecen constantes propuestas para controlar el acceso a Internet por parte de los empleadores, surgen otras iniciativas que invitan a los empleados a participar de la comunicación interna de la empresa a través de las herramientas del llamado entorno 2.0.
En una reciente nota publicada en Infobae publiqué algunos comentarios que obtuve de compañías medianas o grandes y de origen tanto nacional como multinacional, que demuestran que una política que estimule la interconnectividad genera beneficios interesantes en cuanto a la participación en los temas de interés común además de permitir la detección de posibles áreas de dificultad o conflicto.
Además del ya conocido uso de la Intranet, los blogs personales o corporativos y grupos de afinidad en facebook u otras redes sociales permiten la interacción entre todos los niveles de la compañía.
Aprovechando las posibilidadesSiguiendo el primer axioma de la Teoría de la Comunicación: "es imposible no comunicarse", el uso que hagan las compañías de las nuevas herramientas de comunicación no será sólo práctico o funcional sino que terminarán definiendo su perfil e imagen como, "lugar para trabajar".
En un contexto en que las posibilidades de ofrecer un crecimiento económico se ven prácticamente paralizadas el apelar a la participación, generar vínculos a través del conocimiento mutuo e incentivar el sentido de pertenencia resulta un método eficaz para motivar a los miembros del equipo. El sentirse parte, tener la posibilidad de sugerir, informar, corregir o proponer genera honestidad y transparencia a la vez que un mayor compromiso.
Así planteado en vez de controlar, lo mejor parece ser generar posibilidades de interacción con un encuadre adecuado a las características de la plantilla y la empresa.