Brasil está convulsionada en las vísperas del Mundial que organizará en 2014. Si bien todavía falta bastante tiempo, un montón de conflictos han surgido a la luz antes que, siquiera, comiencen las Eliminatorias para dicha competición.
Primero fue el conflicto gremial con los obreros del Maracaná que exigían un incremento en su sueldo y una cobertura médica ante eventuales riesgos; luego, los reclamos de la FIFA ante las tardanzas en la construcción a partir de los plazos establecidos. Sin embargo, todo parece encausarse y tanto, el Secretario General de la entidad madre del fútbol mundial, como la Presidenta brasileña Dilma Rouseff han llegado a un acuerdo en torno al precio de las entradas.
Es que, según anunció Jérôme Valcke, la “principal preocupación” de la FIFA para ésta nueva edición es “verificar el nivel de compromiso” del Gobierno y es por eso que han establecido que el precio de los boletos será menor para permitir una mayor asistencia de público.
“Queremos tener seguridad de que no nos enfrentamos a un número de comunidades con acceso a la media entrada, para lo cual sería más justo favorecer a los brasileños con menor nivel adquisitivo“, aseguró Valcke al diario Folha do San Pablo.
Y agregó: “Tenemos que trabajar en una entrada de categoría 4 que dé acceso a todos los brasileños que no pueden pagar mucho“. Si bien suena un toque oligárquico el comentario, el procedimiento sería el mismo que el de Sudáfrica. El ente firmará un convenio con el país donde se determinará el piso del precio de los tickets.
Si bien no se sabe aún cuanto saldrán éstas “populares”, parece que habrá entradas para todos.