Entramados de madera rellenos

Por Luissantalla

Este tipo de contrucción adquiere su mayor desarrollo en la edad media, aunque su empleo se entenderá en el tiempo hasta bien avanzado el siglo XIX por lo que se refiere a su empleo en los edificios propiamente residenciales. En los núcleos rurales el entramado adquiere morfologías y localizaciones diversas, admitiéndose una continuación de este tipo en época moderna, aunque son escasos los ejemplares que todavía perduran. Se emplea en fachadas, generalmente sólo en las plantas superiores, aun cuando en el resto de la estructura vertical interna aparezca, eso si, protegiendo con basas de piedra los apoyos de los pies derechos de madera.

Los rellenos varían según la zona en la que se situaban las construcciones, localizadas generalmente en la zona central y norte de la península ibérica. Así podemos encontrar rellenos de adobe, ladrillo, yesos… Generalmente se ejecutaban de esta forma ya que eran soluciones ligeras, pero en casos, como el de la imagen, se realizaban rellenos de piedra, mampostería “a juego” con el entramado.

Pazo de Paradela (Orense, España)

… Los tabiques de piedra no pueden tener menos que un pie de grueso, y si no se les ponen entramados de madera donde se puede asegurar el tablero para formarlos contra él, son difíciles de construir, y por lo tanto es preciso el cuidado para que se mantengan firmes. Forrándolos contra tableros, se colocan las piedras unas formando frente hacia el tablero, y otras hacia el oficial, y el vano entre unas y otras; se macizará con ripios, barro, cal o yeso, para que todo quede macizo y trabado. (Juan de Villanueva, 1826).

Referencias

Tipificación de las soluciones constructivas de la edificación doméstica madrileña de los siglos XVIII y XIX. Ricardo Aroca Hemández-Ros y Esperanza González Redondo