Pues bien, en ningún momento, ni de lejos, hubo la mitad de gente en la planta-pachanga que en la que se ponía buena música. Un pequeño tanto para la cultura musical y electrónica española.
Tranceferencia entró en la sala pasadas la una de la mañana, por lo que solo pudo disfrutar unos minutos de la sesión de José Martínez. A la 1:30 salía a escena Jock Bega, con una energía y motivación que arrastraban a la sala. Lástima que la música no acompañara en ese entusiasmo, especialmente para los que fueron a la sala buscando Trance y no (llamémoslo) electro-trouse. Fedde LeGrand, Hardwell o remixes de Chemical Brothers fueron algunos de los temas (lo siento, no conozco muchos temas ni artistas de este subgénero) que sonaron durante su primera media parte de sesión.Sesión que mejoró superlativamente en su segunda mitad, ya que empezaron a caer temas, ahora sí, tranceros. El remix de Shogun de 'No where to go', 'Tokyo' de Gareth Emery o el inabarcable 'Legions' del titán noruego Orjan Nilsen fueron algunas de las perlas comerciales que brillaron.
Le relevó en los platos Víctor Prada. La sesión de este deejay se puede resumir en una idea: mucha gente cogería un avión rumbo Holanda y pagaría una pasta por ver una sesión como esta. Una sesión de altísimas cotas de calidad, con una selección increíble, con los tempos perfectamente marcados y técnicamente brillante.Víctor Prada, tan motivado como el anterior, brindó al numeroso público allí presente los mejores momentos y estados de trance que tanto se ansían en una sesión de estas características.
El encargado de cerrar la noche fue el invitado Víctor Álvarez. Tranceferencia apenas pudo disfrutar de su sesión debido a exigencias del conductor, pero nuestro colaborador Israel Rodríguez Freire estuvo allí para disfrutar de las últimas horas de trance de la noche. Una sesión brindada al uplifting, tal vez un poco más comercial que la del anterior, pero con momentos igualmente brillantes.
Una fiesta que, por si fuera poco, contó con un componente extramusical digno de mención. El nombre del protagonista se llama Jaime, aunque debe ser su nombre traducido, ya que el joven es natal de Australia. Ha venido a nuestro país por tres meses, siguiendo la pista a una damisela de la que quedó perdidamente enamorado. Acudió a Entrance porque se supone que dicha dama iba a estar allí... pero su desilusión llegó al extremo al ver que, finalmente, la joven no estaba allí. Lo que puede dar de sí una fiesta Trance...
Texto por Mario van Souness y material gráfico y audiovisual por Israel Rodríguez Freire. Puedes ver más vídeos de esta y otras muchas fiestas en el canal de Youtube de DJ Freire.