Así pues, en Entre bambalinas os haré un resumen de la manera más informal posible sobre cómo me ha ido la semana. No solo os comentaré mis lecturas actuales o futuras, sino también lo que he visionado, si he asistido a algún evento, me he hecho con alguna adquisición interesante o, simplemente, lo que quiera destacar.
¿Qué ha pasado esta semana?
Empiezo la semana con la gran noticia del estreno de American Horror Story: Freakshow, la tan ansiada cuarta temporada de este cúmulo de pesadillas hediondas de la mente de Ryan Murphy. Tras ver los dos primeros capítulos me confieso: estoy decepcionada. Es decir, me parece hasta ahora una historia bastante simple, con unos personajes simples y un terror muy simple. Por ese opening que tantas veces había visto en bucle, esperaba auténticos monstruos de circo, gente deforme y ponzoñosa que me provocara auténtica repulsión. Pero me he encontrado con un Evan Peters de manos palmeadas y una Sarah Paulson con una cabeza incorporada, siendo siempre consciente de que la actriz, ya bastante bien conocida, no es para nada una siamesa, lo que siempre le resta credibilidad a sus escenas. En adición, una historia hasta ahora poco lograda, mal masticada, donde intentan vendernos constantemente el discurso moralista de siempre, que podría ser más efectivo si no fuera porque los circenses se me antojan personas muy normales, y en nuestra época nos han mentalizado en no verlos como algo de otro mundo, porque no lo son. Decepción. Lo positivo es que la estética oscura del circo es espléndida, y el payaso asesino hacen que sea lo único que me entusiasma de la serie por todo su misterio, pero desde luego, esta cuarta temporada, a no ser que dé un giro impresionante en su tercer capítulo y deba comerme mis palabras (que haré en todo caso gustosa), va ser bastante olvidable por mi parte. Espero, y deseo, equivocarme pronto.
De lo que sí estoy más que entusiasmada es con el regreso de la quinta temporada de The Walking Dead, que no sé vosotros, pero a mí este primer episodio me ha dejado hasta con un ligero mareo del montón de sangre que he visto. ¡Y zombis! Todo un aluvión de zombis que han hecho las delicias de esta amante del gore. Y digo todo esto porque últimamente The Walking Dead era una serie de zombis sin zombis.Ha sido todo un gozo ver despertar por fin a los personajes, empezando por Rick, quien nunca ha sido santo de mi devoción, y que cogiera por fin las riendas de la supervivencia y la venganza. Reencontrarme con otros secundarios de los que esperaba noticias y ver, finalmente, que esta gran familia sabe coordinarse para sobrevivir, desde luego me parecen todo un acierto para revivir la llama de la serie, que estaba demasiado contaminada de dramatismo. Terminus ha sido, no obstante, un diamante en bruto y que espero que recuperen en los siguientes capítulos, he quedado muy intrigada por todo lo que ha podido ocurrir ahí y quiero mil respuestas más. Y ese final, esos segundos extra... solo presagian una temporada llena de sorpresas.
Por último, termino comentando mis actuales lecturas, que esta vez son dos libros y un tomo manga, estoy arrasando últimamente. ¡Adiós, resaca literaria!Primeramente, estos días estoy realizando una Lectura Conjunta con mis pingajas Vir y Cris, y estamos enfrascadas en El Profeta, tercera entrega de la saga de Amanda Stevens. Llevamos poco, pero es todo tan lúgubre y misterioso... aunque no esperábamos menos de esta gran historia.Después, ayer empecé Amanecer Rojo, inicio de trilogía de Pierce Brown, y estoy devastada. Hay tanta rabia y tanto dolor en la historia de Darrow que tengo que tomármelo con calma. Pero es que es una historia que cambia constantemente, aún no sé qué pretende el autor y cada capítulo me deja con una impresión indescriptible. Ya me veis leyéndolo con la mandíbula desencajada... Finalmente, el tomo 6 de Terra Formars. Como su adaptación al anime está siendo toda una decepción por la roñosa censura, me paso nuevamnete al manga, donde no escatiman en sangre y vísceras...
¿Qué tal vuestra semana?