¿Qué pasa? Que al estar más en contacto con el Carnaval, le dejo de echar cuenta a cosas más de aquí, más nuestras y que empiezan justo después de acabar el Carnaval. La Cuaresma. Ese previo a nuestra Semana Grande, cuando Sevilla tiene un color y un aroma especial, con ese brillo de sol, que ilumina el cielo azul, "Azul San Esteban", y que nos motiva a echarnos a la calle.
Todo estas letras y esta parrafada para decirte que lo mismo estoy una viendo una comparsa y cuando da el descanso, me voy a cenar y me pongo a ver la salida de San Benito, o Tres Caídas entrando en Campana.
Porque qué bonito es oír un pasodoble cantado despacito, sin chillar, con sentimiento, como los de Manolito Santander por ejemplo. Y qué bonito es verle la cara a una Virgen por la noche iluminada por los cirios del palio. Y qué decir de escuchar cantar un copla marcando el compás con los nudillos encima de una madera, y ni qué decir lo que se siente al ver en la noche como el Señor de Sevilla anda por su ciudad cada madrugá del Jueves Santo entre el silencio de la multitud...
Bueno, me voy a dormir que es bastante tarde y no se muy bien lo que te he dicho ni como te lo he dicho, pero aquí te dejo alguna cosilla para que la
disfrutes...