Todo visitante a Estambul enloquece con sus encantos: historia, arquitectura, contrastes, y como no, sus admirables puestas de sol sobre el Río Bósforo. Y es que la gran vida de Estambul es aportada por el Estrecho del Bósforo, importante ruta comercial entre el Mediterráneo y el Mar Negro, con la particularidad de estar asentada sobre dos continentes, Europa y Asia, a un lado y al otro del estrecho.
En el lado Europeo, encontramos el Cuerno de Oro, lengua de mar que se adentra más de 7 km en la ciudad. Puerto natural, con viejos barrios a sus riveras que conservan todo el encanto de la fundación de la antigua Bizancio.
A pesar de no ser capital de Turquía, (lo es Ankara), es la mayor ciudad del país y una de las más grandes de Europa con 13 millones de habitantes, de mayoría musulmana.
Aún hoy se puede admirar en las calles de Estambul, el esplendor del antiguo Constantinopla, con un centro histórico declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO. Arquitectura increíble y espectacular entorno natural, a la vez ciudad moderna que no duerme, con sitios divertidos y rica vida cultural. Declarada en 2010 Capital Europea de la Cultura.
Sobre la actual Plaza de Sultanahmet, zona más turística de la ciudad, se asentaba el Hipódromo Romano de Constantinopla, centro de la vida cívica y social de la ciudad. En su lado izquierdo, Haghia Sophia, una de las Mezquitas más grandes del mundo y ahora uno de los museos más visitados de Europa.
La Torre de Gálata, edificación más alta de Constantinopla, cilindro gigante de piedra de techo cónico, en cuya cima hoy encontramos un restaurante y mirador, con una increíble vista panorámica del casco histórico y alrededores.
Al otro lado de la explanada de Sultanahmet encontramos la Mezquita Azul o Mezquita de Sultanahmet, una construcción espectacular, única en Estambul con seis minaretes, importante destino que actualmente continúa funcionando como mezquita.
En período otomano se construyeron otras edificaciones con gran transcendencia en Estambul, mezquitas, hamams (baños turcos) Madrazas, y caravanserais, destacando la Mezquita de Suleymaniye, la Mezquita Nueva, en el Barrio de Eminönü, corazón de la antigua Constantinopla, y la Mezquita de Eyüp.
Para entender la grandeza de Constantinopla, no podemos perdernos el Palacio de Topkapi, compuesto por pequeños edificios, patios y jardines. O el 'Palacio de la Puerta de los Cañones' situado entre el Cuerno de Oro y el Mar de Mármara, y desde él, espléndida vista del Bósforo.
A orillas del Bósforo, el Palacio de Dolmabahçe, uno de los más glamorosos del mundo, museo desde 1984. Aquí podemos encontrar la araña (lámpara) de vidrio de plomo de Baccarat más grande del mundo.
Por todo ello y mucho más Estambul se encontró entre los primeros destinos turísticos del mundo en 2013. Propuesta por el New York Times entre los diez destinos turísticos que se deben visitar. Una joya en el Mediterráneo Oriental que no hay que dudar en visitar. Ideal para unas vacaciones de verano diferentes como las que te proponemos en Planeta Viajero: viaje a Estambul y Capadocia.