Escribe Rafa, sobre Vic Fezensac, en el foro de la Asociación Toreo en red-hondo :
Sin haber asistido a la última de Alcurrucén, el titular de lo visto en Vic este año podría ser 'entre el aburrimiento y el sentimentalismo'. No hay cosa peor en una corrida que dormirse y este año en Vic más de uno se ha pegado su buena cabezadita porque, por momentos, la cosa fue insufrible.
De Dolores Aguirre sólo los tres primeros tuvieron interés y vimos a Joselillo cargar la suerte con verdad y torería. Dejó venir el toro de lejos y adelantó la pierna a mitad del viaje: eso es cargar la suerte. Ahí hay más verdad que en todas las series que pegó Manzanares en Las Ventas en su tarde triunfal. Luego no se le pida arte ni temple, pero uno prefiere este toreo al tíovivo ridículo de los Manzanares, Julis, Talavantes y tutti quanti, lleno de trampas pero que entusiasma al personal.
La corrida de Palha fue infumable pero el respetable enloqueció exigiendo la vuelta al ruedo del quinto que la presidencia concedió a regañadientes. Fíjense si fue inmerecida que quedó la duda a los aficionados cabales de si el toro era realmente bravo. Por cierto, absolutamente patética la actitud del ganadero pidiendo desde el callejón a la presidencia que tocase la música para aumentar el triunfalismo de una tarde que se le iba en barrena (todo un ganadero pidiendo música como un paleto, ¡cómo nos tenemos que ver!). Un periódico francés titulaba al día siguiente 'Vic se reencuentra con la leyenda del toro' (!) La verdad es que, como se ve, el abuso del Ricard puede hacer estragos.
La concurso fue mala, salvada a última hora por el de Flor de Jara que fue tuerto en país de ciegos. Se le dio el galardón, según nos comentaron fuentes de toda solvencia, porque era la primera vez que el premio llevaba el nombre del desaparecido Baylac y no querían que quedase desierto -de ahí lo del sentimentalismo quizás bien entendido que comentábamos antes-. Quede constancia de que el toro de Victorino, además de terciado, fue tan malo que hubiese pasado perfectamente por hijo de vaca morucha, un verdadero desecho de tienta que nos recordó el precioso libro del Sr. Salcedo 'Verdad y mentira de las corridas concurso'.
La de Cebada, soporífera, con los coletudos que no quisieron ni verla. Rafaelillo se pasó a sus oponentes a un kilómetro de la barriga -nos recordó a aquel madrileño que se pasaba las tardes gritando '¡arrímate!' a todos los toreros hasta que uno le pidió explicaciones y el gritón le contestó 'éste cobra en una tarde lo que yo en todo el año, no le pido que toree bien, pero ¡por lo menos que se arrime!' -Rafaelillo, aplícate el cuento, hombre-. Robleño no es ni sombra de lo que fue y Bolívar estuvo premioso y muy pesado, va por mal camino.
Hablamos con don Joaquín Camacho, gran aficionado y amigo del fallecido Baylac y tiene mucha razón al advertir que la plaza de Vic está en una encrucijada: o remonta el vuelo y vuelve do solía o se hunde por un camino nefasto que conduce a Nimes. Baylac, desde el cielo, seguro que es el primero en darse cuenta de que su querida plaza puede hundirse de seguir así. Y será una pena.
Nota: Juan Pasmo, en el Rincón de Ordoñez, también nos habla de la feria francesa, con una interesante galería de imágenes -de la que he birlado la foto de Joselillo que ilustra el post-.