Entre el gobierno de schoklender y los trabajadores de santa cruz

Publicado el 09 junio 2011 por Partidoobrerocordoba
Pocas veces la situación política de Argentina se ha presentado con tanta claridad.
El asunto Schoklender no solamente puso al desnudo a un gobierno corrupto, sino especialmente su efecto corruptor sobre las organizaciones populares que puso bajo su control por medio de la cooptación, la integración al Estado y la borocotización.
Schoklender es el equivalente a los Pedraza o Cavallieri en el movimiento obrero, o a los pichones de burócratas de la Juventud Sindical y La Cámpora, quienes encubren su rol desmoralizador en el movimiento popular con el mote de ‘militantes'.
Los militantes de derechos humanos asisten atónitos a lo que los trabajadores conocen desde hace muchísimo tiempo: la desnaturalización de sus organizaciones como consecuencia de su integración al Estado capitalista.
Hay un hilo de unión entre el crecimiento de la criminalidad policial contra el pueblo y la neutralización de las organizaciones de derechos humanos mediante la borocotización kirchnerista.
El ‘affaire' Schoklender es un golpe mortal a la autoridad del gobierno que dice encarnar los intereses populares.
En el lado de enfrente, se yerguen los petroleros, los docentes, los mineros y los desocupados de Santa Cruz, quienes luchan por sus reivindicaciones en forma desesperada y consecuente, precisamente porque se han sacado de encima a los punteros y burócratas del kirchnerismo a fuerza de moral y de organización.
Entre la Argentina de los Schoklender-K y los trabajadores de Santa Cruz, se bambolea un arco de partidos capitalistas que sólo busca un rédito electoral del naufragio del gobierno y que evita ponerse del lado de los trabajadores.
Pero el destino de Argentina se juega entre esos dos polos: el de los K-Schoklender y el de los trabajadores.
El Frente de Izquierda hace mucho que ocupa su lugar en el campo de los trabajadores y de la lucha por extirpar el Sida de las organizaciones populares, que no es otro que las burocracias sindicales y los agentes del Estado capitalista.
A los que festejan la gestión kirchnerista desde sus poltronas de intelectuales acomodados, les decimos: Schoklender es el ícono ‘cultural' de vuestros menesteres.