La capacidad de colonización de la jara es proverbial, al menos en la Sierra Norte.
Crece en cualquier terreno, por muy seco ó pedregoso que sea, rodeando con respeto los árboles que encuentra a su paso. Especialmente robles, quejigos, encinas y pinos.
En junio la sierra cubre sus montes y cerros de un manto blanco de flores de jara, creando imágenes únicas. Vente a la VII ruta de la Jara y lo comprobarás.
Lar-ami
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