Entre la comida y la culpa

Publicado el 13 octubre 2014 por Psicveromar85 @psicveromar

Bulimia Nerviosa

Los trastornos alimenticios tienen diferentes formas de manifestarse. Uno de ellos es por medio de falta de autocontrol al comer combinado con “purgas” para deshacerse del supuesto peso ganado.

Estamos hablando de la bulimia, que a diferencia del paciente anoréxico, puede mantener un peso normal, o incluso sobrepeso.

La característica principal de la bulimia nerviosa es la ocurrencia de episodios de sobreingesta con falta del control del mismo, conocido comúnmente como atracón, lo que conlleva a un sentimiento de culpa y frustración por el temor a engordar.

Es precisamente este malestar el que las orilla a efectuar cualquier conducta que elimine la posibilidad de subir de peso, siendo la inducción del vómito la más frecuente. En realidad, el término bulimia hace referencia a un hambre voraz, sin embargo, la cantidad de comida que ingiere no depende directamente del hambre que sientan, sino del poco control al ingerir durante el episodio.

Algunos durante el atracón, prefieren seleccionar alimentos altos en calorías y carbohidratos, ya que son más fáciles de consumir y vomitar; otros pueden ingerir comidas de un color particular para que al momento del vómito, sea más fácil asegurarse de que han desechado cualquier resto basándose en la coloración de lo que expulsan.

Las personas que padecen este trastorno, en su mayoría presentan un antecedente de conducta caracterizado por pasividad en la toma de decisiones y enfrentamiento de los problemas. Se considera que son niños que buscan satisfacer a los demás, sobre todo a sus padres, haciendo todo lo que se les pide e incluso más, con el fin de mostrarse “maduros” e independientes. Esto perdura incluso en la adolescencia, ya que también quieren cumplir un estatus ante su grupo de pares, tendiendo a ser perfeccionistas en cualquier actividad que desempeñen con tal de ser populares o exitosos.

Aparentemente son individuos carismáticos, risueños, inteligentes, e incluso aparentan ser muy seguros de sí mismos, pero en realidad, su autoconcepto dista mucho de lo que exteriorizan, ya que son sensibles a la crítica y autodespreciativos, son inseguros en cuanto a su atractivo físico y necesitan constantemente la aprobación externa, lo que hace que su estado de ánimo fluctúe de ira a tristeza frecuentemente.

Tienen patrones de conducta como mirarse al espejo varias veces al día, probarse vestuario hasta estar seguros de que lucen bien, pesarse, preparar comidas y recetas extrañas, etc. Por ello también se considera que presentan un rasgo obsesivo compulsivo.

Físicamente son difíciles de reconocer entre la población sin problema alimenticio, dado a que su índice de masa corporal y peso pueden mantenerse en niveles normales, de hecho, hay personas con sobrepeso que son bulímicas. Una vez que el cuadro de bulimia nerviosa inicia, se retraen cada vez más ante la vergüenza que sienten por su conducta, lo que aumenta el aislamiento y genera mayor trastorno emocional.

Sus relaciones interpersonales tienden a ser caóticas a causa de sus “cambios de humor”. Algunas mujeres desean la admiración del sexo opuesto pero temen mantener una relación formal, y en las pocas que logren iniciar una, el vínculo tiende a ser altamente estrecho. Es por ello que la bulimia se le ha relacionado con trastornos de la personalidad límite y dependiente, así como la depresión y ansiedad.

Las consecuencias de la conducta compensatoria, principalmente el vómito, por lo general son: 1) Miocardiopatía, si se consume algún medicamento para inducir el vómito; 2) Disminución de potasio, cloro y sodio; 3) Alteraciones menstruales; 4) Afecciones del riñón y vías urinarias; 5) Aumento del tamaño de las glándulas parótidas; 6) Erosión del esmalte dental; 7) Inflamación del esófago y dilatación gástrica aguda; 8) Úlceras y laceraciones en el esófago por los ácidos expulsados por el vómito frecuente.

En la siguiente entrega te diré cómo se diagnostica y se trabaja con estos problemas. Hasta la próxima!