¿Cómo se diagnostica?
Los criterios de diagnóstico son:
A. Presencia de atracones recurrentes. Un atracón se caracteriza por: (1) ingesta de alimento en un corto espacio de tiempo (p. ej., en un período de 2 horas) en cantidad superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un período de tiempo similar y en las mismas circunstancias (2) sensación de pérdida de control sobre la ingesta del alimento (p. ej., sensación de no poder parar de comer o no poder controlar el tipo o la cantidad de comida que se está ingiriendo)
B. Conductas compensatorias inapropiadas, de manera repetida, con el fin de no ganar peso, como son provocación del vómito; uso excesivo de laxantes, diuréticos, enemas u otros fármacos; ayuno, y ejercicio excesivo.
C. Los atracones y las conductas compensatorias inapropiadas tienen lugar, como promedio, al menos dos veces a la semana durante un período de 3 meses.
D. La autoevaluación está exageradamente influida por el peso y la silueta corporales.
E. La alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de la anorexia nerviosa.
Al igual que en la anorexia nerviosa, se clasifica en dos subtipos: 1) Tipo purgativo, en el cual, el individuo se provoca regularmente el vómito o usa laxantes, diuréticos o enemas en exceso; y 2) Tipo no purgativo, en el que el individuo emplea otras conductas compensatorias inapropiadas, como el ayuno o el ejercicio intenso, pero no recurre regularmente a provocarse el vómito ni usa laxantes, diuréticos o enemas en exceso.
¿Qué provoca este problema?
Basados en la investigación clínica, se puede concluir que las personas que tienen mayor riesgo de padecer esta patología son aquellas que tienen alguna o varias de las siguientes características:
1) Período considerable de dieta;
2) Tener entre 18 y 25 años,aunque pueda ocurrir a los 16 y en casos raros en la adultez tardía;
3) Antecedentes de conducta pasiva en la infancia y adolescencia, considerados como intachables, cumplidos y obedientes que buscan satisfacer a los padres;
4) Depresión y ansiedad, o tendencias a las mismas;
5) Predisposición biológica a la obesidad;
6) Antecedente de sobrepeso;
7) Adicciones;
8) Insatisfacción por el propio cuerpo;
9) Rasgo de personalidad dependiente.
¿Qué debo hacer si tengo bulimia?
Al igual que la anorexia, es necesaria la consciencia de enfermedad. El objetivo principal es recuperar el control de las emociones junto al equilibrio físico tras las conductas compulsivas. Sin embargo, es importante que los pacientes aprendan formas de expresión de sus complejos emocionales que se representan en sus hábitos alimenticios. El tratamiento es multidisciplinar, y se requiere del apoyo familiar o de personas que en verdad motiven al paciente a mejorar su calidad de vida.
Es enseñarles a amar su cuerpo como es, a cuidarse por dentro y por fuera, lejos de la obsesión y la culpa, porque todos nacimos para amar y ser amados, independientemente de nuestra talla y los kilos que marque la báscula. Es nuestro derecho natural de ser y existir.