El conflicto catalán y la clase trabajadora (y 3)
Y yo concluyo esperando que nadie se haya molestado con lo que he venido contando en esta trilogía, basada en un evento que no ha tenido ninguna repercusión, ni en los medios al uso, ni en las redes sociales. Al fin y al cabo pueden venir bien estas reflexiones en estos días previos a unas elecciones en que, esperemos, no renazca la visceralidad. Esperemos que frente a las emotivadades, se haga hueco la razón.