Entre Zapatero y Rajoy, 17-08-2006/ Cambio de chaqueta

17-08-2006...

Está muy mal visto el cambio de chaqueta política. Es como con la mafia, que impide que alguien ponga de relieve los errores de la propia banda o familia. Se tilda de traidor a quien no esté absolutamente de acuerdo con todas las acciones del líder político o del Padrino. Por eso ha desconcertado tanto que numerosas personas conocidas por sus alabanzas a los gobiernos central y gallego reconozcan ahora que la ola de incendios en Galicia no se debe a una conspiración montada por el PP, como sugirió el ministro Rubalcaba, o a la pobreza e ignorancia de los campesinos, como señaló la ministra Narbona en una declaración de antiguo cacique ultraderechista. Es duro descubrir que el bipartito gobernante en Galicia desmanteló un sistema de lucha contra incendios porque lo había montado el PP, aunque supuestamente empleara a numerososo militantes populares. Que lo hizo sin construir uno tan eficaz, al menos, aunque beneficiara esta vez a militantes socialistas y nacionalistas. ¡Habéis cambiado de chaqueta!, le gritan indignados los fieles guardaespaldas de la militancia a quienes, habiendo apoyado siempre a los padrinos socialnacionalistas, les afean el desmantelamiento de unos protocolos y sistemas antiincendios sin haberlos reemplazado por otros mejores. El problema no son los incendios: es el cambio de chaqueta de tanta gente. Porque hay que ser de la banda hasta la muerte. Fidelidad ciega incluso ante la incompetencia o el crimen de la banda propia. Hay que aceptar incondicionalmente los actos del líder, incluso los censurables o delictivos, lo que es puro fascismo. Y quien abandona la banda cuando ésta tiene todo el poder para denunciar sus yerrros o ilegalidades es un traidor despreciable; pero, además, un redomado imbécil: “Ahora que mandamos se nos desmarca, con la buena carrera que le habíamos preparado”. La independencia, la honradez y la verdad están mal vistas en política.

via cronicasbarbaras.blogs.com