Entrelobos
El padre de Marcos vive con una mujer que no soporta a sus dos hijos. La familia se encuentra en una situación de extrema pobreza. La única alternativa que encuentra este hombre es ofrecer al “señor” los servicios de su niño pequeño. Y allí lo deja, en el cortijo.
Lo llevarán a vivir con un pastor en Sierra Morena. Aislados por completo, en esa cueva y rodeado de la naturaleza más salvaje, aprenderá a sobrevivir, a superar sus miedos y a cazar para alimentarse. Encuentra al fin a alguien que le ofrece cariño y le enseña a ser fuerte.
El fin es mi principio
Cuando un hombre extraordinario que lo ha vivido todo ve acercarse su fin, decide llamar a su hijo para reunirse con él por última vez en su casa de la Toscana. Su intención es compartir unas valiosas conversaciones sobre la vida que ha llevado como corresponsal de prensa en el sureste asiático, los cambios políticos y sociales de los que ha sido testigo, y la transformación espiritual que ha experimentado en sus últimos años. Pero para él lo más importante es mostrarle a su hijo cómo se está preparando para la última gran aventura de su vida.
Demasiado densa, o tal vez es que yo no tenía mi día metafísico. Con momentos conmovedores. El descubrimiento de quién es su padre, la cercanía que parece no han disfrutado durante la infancia y adolescencia del hijo. Conversaciones para escribir la biografía, para ahondar en la personalidad de cada uno, en sus miedos, en sus recuerdos, en el sentido de la vida y en cómo afrontar esos últimos días. Espectaculares imágenes del entorno.
Llega un día en que te deshaces de todas las máscaras.
Título original Das Ende ist mein Anfang. Director Jo Baier. Guión Folco Terzani, Ulrich Limmer. Música Ludovico Einaudi. Fotografía Judith Kaufmann. RepartoBruno Ganz, Elio Germano, Erika Pluhar, Andrea Osvárt, Nicolò Fitz-William Lay. Alemania 2010, 99 minutos.