El estado de forma de un ciclista no es constante, sino que varía cada poco tiempo. El cuerpo humano funciona con un orden sorprendente, sin embargo, aún no ha alcanzado la categoría de máquina, de modo que resulta imposible programarlo para que se comporte de una forma determinada e inamovible durante una temporada. Hacerle ganar en fuerza o resistencia cuesta bastante dedicación, aunque, una vez que se adquieren estos parámetros, su mantenimiento resulta bastante factible aunque no dispongas de todo el tiempo del mundo para salir a entrenar. ¿El secreto? Los entrenamientos por microciclos.
¿Qué son los microciclos? En esencia, el periodo de tiempo, de entre 3 y 14 días aproximadamente, que inviertes en realizar una fase de tu preparación. En este artículo, vamos a abundar sobre este concepto y a explicarte qué clase de microciclos existen, para arrojar un poco de luz al respecto y que sepas de qué formas diferentes puedes trabajar sobre la bicicleta.
Los microciclos: una rutina que se sigue de forma consciente o inconsciente
Imagina que de lunes a viernes haces dos horas al día de rodillo en casa porque no tienes tiempo para salir a rodar, algo que sí haces los fines de semana por la mañana, durante tres horas y media. Imagina que repites esa rutina desde febrero hasta noviembre. Pues bien, cada una de las semanas que transcurra será un microciclo, mientras que la unión de los que sean iguales, un mesociclo.
Quizá en el anterior párrafo acabes de descubrir que llevas muchos años entrenando con microciclos, pero no habías caído en la cuenta de ello. Pues bien, ese periodo de tiempo que transcurre entre que inicias una rutina y la terminas lleva el nombre del asunto que tratamos en este artículo. Y se puede planificar o seguir, en varias tipologías que explicamos a continuación.
Los varios tipos de microciclos que existen
Chema Arguedas teoriza en su web acerca de los tipos de microciclos existentes y distingue entre hasta cinco tipologías diferentes, como son las siguientes:
- De impacto: Dentro de esta modalidad de microciclo, se encuadran los que tratan de evitar los entrenamientos planos que se suelen llevar a cabo una vez se ha adquirido un buen estado de forma. Su intensidad es elevada y su trabajo de potencia, también.
- Progresivo: Se caracterizan por tener una carga de entrenamiento mucho menor a la media, por la razón que sea. Son habituales en periodos como las épocas de exámenes o de mucho trabajo, en las que coger la bicicleta resulta más complejo de lo normal. Les acompañan frases como “salir a estirar las piernas”, algo que dice mucho de su poca intensidad.
- De competición: Son los que se desarrollan durante la época del año en la que coinciden más marchas cicloturistas. En ese periodo, tienes entre ceja y ceja las diferentes competiciones y necesitas hacer un plan de entrenamiento efectivo para alcanzar la forma física que necesitas. Por eso, la carga de trabajo suele ser más alta de lo normal.
- De aproximación: La competición está cerca y ya has alcanzado la forma física adecuada. Necesitas llegar al día D en las mejores condiciones posibles, de modo que tu entrenamiento es más de mantenimiento que de progreso. La carga en este microciclo es entre baja y moderada.
- Regenerativo: Después de un microciclo de impacto o de una semana de competición exigente, bajas el ritmo y ruedas, pero a un ritmo mucho menor para favorecer la recuperación de tus músculos y articulaciones.
La planificación de tus entrenamientos resulta fundamental si quieres lograr los resultados que te propones en la competición cicloturista. Identificar rápidamente en qué momento de forma te encuentras y rendir sobre la bicicleta a sabiendas de eso te ayudará a superarte poco a poco. Los microciclos de entrenamiento determinarán tu progreso y serán realmente útiles para que superes los imprevistos que puedan apartarte de la práctica ciclista durante uno o varios días.
Una vez que has leído sobre los tipos de microciclos que existen, ¿consideras que tu entrenamiento ha sido demasiado plano? ¿Has detectado algún error en el mismo?