Nuestro cuerpo y muy especialmente nuestra actitud corporal o como nos sintamos con nosotros mismos en nuestro día a día es la carta con la que nos presentamos y el curriculo con el que vamos a desenvolvernos en la sociedad, en nuestro ambiente. El cuerpo en el que vivimos habla y además con su propia jerga más allá de lo que puedan decir nuestras palabras, si lo tenemos oprimido probablemente va a expresar argumentos distintos a los que decimos y no es que nos esté faltando, más bien es nuestra mente la que le ha puesto freno. Pero como ya se sabe hay acciones, gestos, etc, que al no prestarle atención se convierten en hábitos que se hacen automáticos.
Existen infinidad de actividades y de herramientas de arte que podemos hacer para conseguir que nuestro cuerpo se pueda expresar y sobre todo que esté en armonía con nuestra mente, los ejercicios son tantos como el ser humano esté dispuesto a llevar su imaginación. Al igual que nos educamos en nuestra expresión verbal, a través del estudio, adquisición de conocimientos, enriqueciendo el intelecto, también hay que educar la expresión no verbal, aquello que el cuerpo puede expresar a través de su abanico de infinitos movimientos, sin necesidad de expresar ni una sóla palabra, sin ni siquiera emitir el más mínimo sonido gutural. Un cuerpo puede llegar a ser totalmente expresivo, tanto o más que la voz, gracias a las estrategias de arte. Podemos hablar de multitud de ejemplos como el lenguaje de signos o una situación extrema de desesperación o alegría, son situaciones en donde necesitamos debido a las circunstancias a las que nos enfrentamos dejar fluir nuestras emociones y sentimientos. Entonces cuanto más blando tengamos nuestro cuerpo, cuanto más conocimiento tengamos de él más posibilidades de comunicación disponemos. El mensaje que emitimos va a ser recibido más nítidamente y de forma bastante más concisa ayudando al receptor a entenderlo lo mejor posible. Porque independientemente de lo que nuestro receptor reciba, es nuestra obligación esforzarnos en explicarnos lo más claramente posible, con el único fin de hacernos entender.
Al dejar fluir la expresión corporal mediante diferentes herramientas de arte seguimos siendo nosotros mismos los que estamos hablando y comunicando utilizando nuestro físico para transmitir aquellos lugares a donde nos lleva la imaginación, sentimientos que nos oprimen, o que nos desbordan, pensamientos, emociones. Lo que estamos haciendo es desarrollar el proceso de creación en el que estamos inmersos y evitando cortar dejamos que fluya la corriente de impulso artístico, esa misma que como seres pensantes es inherente a todo ser humano, depende de nosotros desarrollarla. Partiendo de la premisa que todos somos artistas, la creatividad que cada quien tiene la desarrollará según esté dirigida su aficción.
Nuestro cuerpo es nuestro amigo y como tal debemos cuidarlo, cuanto más le tengamos en cuenta mejor nos tratará. Es el mejor instrumento que tenemos los seres humanos, y de la utilidad que le demos dependerá mucho nuestro bienestar y también nuestro rendimiento en todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida. Un cuerpo en acción es un cuerpo creativo, resolutivo, agerrido, es un cuerpo productivo, está en constante exploración artística de corrientes creadoras, desarrollando nuevas fórmulas para mejorarse y mejorar su entorno, haciendo un correcto uso de sus propios recursos al estar en equipo disponen de una variedad sin límite aplicando un sinfin de herramientas creativas para Team Building.
De un buen entrenamiento físico gracias a las herramientas de arte dispondremos de amplias estrategias para aplicar como recursos de ocio a coaching.